En Baños de Agua Santa, la preocupación ha crecido debido a la notable disminución de turistas desde el 16 de junio, cuando un deslave provocó la trágica pérdida de 14 vidas en la parroquia Río Verde. Propietarios de hoteles, restaurantes y otros negocios reportan que la presencia de visitantes ha caído hasta un 60% en el último mes.
Jesús Ríos, responsable de dos hoteles cerca del parque Palomino Flores, señaló que durante el último fin de semana solo una habitación de las 12 disponibles fue ocupada en uno de sus establecimientos. Atribuye esta situación al temor del público hacia nuevos deslaves y cierres de carreteras, exacerbado por lo ocurrido en junio.
En respuesta a la falta de turistas, uno de los hoteles ha reducido el precio de sus habitaciones, que incluyen parqueadero y desayuno, de 69 a 35 dólares. Freddy Pazmiño, arrendatario del hostal Verde Vida, lamentó la cancelación de varias reservas para los próximos meses, incluida una de 30 personas procedentes de Guayaquil y Cuenca. Atribuye la baja a la percepción negativa generada por los deslaves, las lluvias y la desinformación en redes sociales. Criticó además la ausencia de estrategias municipales para reactivar el turismo.
El alcalde Marlon Guevara aseguró que todas las vías del cantón están operativas, incluidos los atractivos turísticos y actividades extremas en puentes, ríos y cascadas. Afirmó que el deslizamiento afectó principalmente la vía Baños-Puyo, ahora restablecida, y que otras rutas importantes están igualmente accesibles. Insistió en que los incidentes no afectaron las termas ni otros destinos locales, y promovió descuentos del 15% en alojamiento y alimentación, además de ofertas 2×1, como medidas para reactivar el turismo.
Guevara concluyó llamando a no dejarse llevar por comentarios negativos y reiteró que Baños de Agua Santa sigue siendo un destino turístico seguro y funcional.