Wilman Terán, el ex presidente del Consejo de la Judicatura, ha estado atrapado en una lucha desesperada por escapar de los confines de La Roca desde el 30 de marzo de 2024. Esta cárcel de máxima seguridad en Guayaquil se ha convertido en su nueva residencia, compartiendo espacio con criminales de alta peligrosidad, una realidad que Terán ha denunciado incansablemente como inaceptable desde su traslado.
Con 217 días tras las rejas, Terán ha empleado una variedad de estrategias legales en su intento por asegurar su liberación o al menos un traslado a instalaciones menos rigurosas. Su batalla ha incluido múltiples solicitudes de habeas corpus y revisiones de medidas cautelares, todas rechazadas por tribunales que han considerado que la detención preventiva sigue siendo justificada.
Además de sus esfuerzos legales, Terán ha buscado participar en audiencias y comparecencias judiciales desde La Roca, enfrentándose a obstáculos significativos como la falta de acceso adecuado a documentos y equipos durante las sesiones telemáticas. Esta lucha ha alcanzado un punto crítico con la posibilidad de que sea juzgado por obstrucción a la justicia, un riesgo adicional en medio de su tumultuosa defensa.
El próximo capítulo en este drama legal está programado para el viernes 19 de julio de 2024, donde se decidirá si Terán finalmente logrará temporalmente salir de La Roca para enfrentar su audiencia preparatoria. Mientras tanto, su enfrentamiento con las autoridades penitenciarias y los tribunales continúa, marcando cada paso con la persistencia de quien busca desesperadamente recuperar su libertad.
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