En Durán, la ciudad más peligrosa de Ecuador, las extorsiones de mafias han obligado a muchas familias a abandonar sus hogares. Aunque no hay cifras oficiales, se estima que decenas de familias han sido desplazadas por las bandas criminales que operan en la zona.
Juan (nombre protegido) y su familia fueron forzados a abandonar su hogar hace un año. Residente en una de las invasiones de Durán, su casa fue violentada por una organización criminal que les exigió abandonar el lugar. Los que se quedan deben pagar una mensualidad a los delincuentes para luz, agua y seguridad.
Roberto es otra víctima. Hace seis meses, él y su familia también fueron desterrados. Su esposa intentó regresar para recuperar sus pertenencias, pero los criminales intentaron secuestrarla. Ahora, ambas familias alquilan casas en otros cantones de Guayas.
En La Delia, una de las invasiones de Durán, hay al menos 80 inmuebles abandonados. Las autoridades presumen que los delincuentes despojaron a los dueños para usar las casas como lugares de cautiverio para secuestrados.
Las bandas criminales en Durán funcionan como un gobierno paralelo, cobrando a los residentes por servicios básicos y seguridad. Esta situación refleja la gravedad del problema de la inseguridad en la ciudad.
Pese a la intervención militar, la violencia continúa. Recientemente, se registró un nuevo sicariato en la ciudad, subrayando la necesidad urgente de soluciones efectivas para proteger a los ciudadanos.
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