Desde el 17 de julio, el presidente Daniel Noboa ha mantenido un perfil bajo en Durán (Guayas), realizando solo reuniones semanales de tres horas a puerta cerrada con sus ministros. Después de estas sesiones, sus funcionarios hacen declaraciones sin oportunidad para preguntas, y Noboa no aparece en público ni ofrece comentarios.
El 1 de agosto de 2024, Noboa realizó una agenda de trabajo en la Unidad de Vigilancia Comunitaria (UVC) de El Recreo, entre las 09:00 y las 12:15, sin la presencia de medios de comunicación para atestiguar su visita. Desde su última aparición en Durán, se han registrado incidentes de violencia significativa: una masacre de seis personas en la cooperativa 28 de Agosto el 31 de julio y el asesinato de dos bomberos el 27 de julio en la ciudadela Maldonado.
A pesar de estos eventos, el gobierno mantiene una narrativa de “noticias positivas”. La ministra del Interior, Mónica Palencia, anunció una “reducción histórica” de la violencia del 17% en Ecuador durante el año, y declaró a julio como el “mes menos violento del año” a nivel nacional. Sin embargo, evitó comentar sobre los recientes ataques en Durán.
En lo que va del año, Durán ha registrado 275 muertes violentas, un aumento del 66% en comparación con el mismo período de 2023.
En una conversación con PRIMICIAS, el gobernador del Guayas, Vicente Auad, afirmó que la masacre en la cooperativa 28 de Agosto no representa un fracaso de las políticas de seguridad en Durán. Destacó que el incidente ocurrió en una vivienda privada y no en la vía pública, y subrayó que la presencia de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas ha aumentado, lo que ha reducido la violencia pública.
Auad expresó que los problemas estructurales no se resuelven de inmediato, pero se está avanzando. La masacre fue atribuida a una represalia de los Latin Kings contra miembros de los Chone Killers, quienes estaban en una reunión social. Además, dos de las víctimas tenían antecedentes penales.
El comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta, a cargo de las operaciones militares en Durán, defendió la intervención como un avance en el aumento de la confianza ciudadana. A pesar de una reducción de homicidios a un promedio diario desde la intervención, los crímenes múltiples recientes han aumentado la brecha. El oficial reconoció que detener los ataques de las bandas narcodelictivas lleva tiempo y que la violencia no cesará a corto plazo, aunque las operaciones de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional continuarán.
La situación en Durán sigue siendo crítica con altos niveles de violencia, y la respuesta gubernamental, aunque busca mostrar avances, enfrenta desafíos significativos para abordar la criminalidad de manera efectiva.
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