Las defunciones atribuibles al alcohol son más frecuentes en las comunidades costeras que en las del interior, según la “Monografía sobre alcohol 2024. Consumo y consecuencias” del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones y la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. Este informe incluye una actualización de los datos de mortalidad hasta 2021 (los últimos eran hasta 2017).
Esta radiografía considera hasta 18 causas específicas de muerte parcialmente atribuibles al alcohol, además de las directamente achacables a esta sustancia. El resultado es que, en las dos primeras décadas del siglo XXI, en España se han producido 307,407 de estos fallecimientos, 13,887 de ellos en 2021.
La tasa media anual de mortalidad por alcohol en 2021 se situó en 32.9 por 100,000 habitantes. Esta sustancia estuvo detrás del 3.3% de todas las muertes de ese año (el 4.5% de las ocurridas en hombres y el 1.6% en mujeres), lo que demuestra que su consumo sigue representando una carga importante de enfermedad y muerte.
El alcohol mata principalmente por cáncer (5,805 en 2021), enfermedades digestivas (5,303) y causas externas (2,605). Este orden se ha mantenido durante los 21 primeros años del milenio. No obstante, mientras que en la primera década las defunciones anuales achacables al alcohol eran unas 16,000, en la segunda se han mantenido estables entre las 13,400 y las 13,900.
Estas muertes se concentran sobre todo en el grupo de entre 55 y 84 años, que supuso el 66.9% en 2021. Sin embargo, las causas externas de muerte por alcohol son más habituales en personas más jóvenes (de 15-34 y 35-44 años).
Las diferencias por sexo son notables: el 78.3% de las muertes atribuibles al alcohol fueron hombres.
Las tasas más elevadas de mortalidad se dieron en los bebedores excesivos (los que durante el último año han consumido diariamente más de 60 gramos de alcohol puro si son hombres y 40 gramos si son mujeres). Sin embargo, entre 2001 y 2021, la tasa de mortalidad en este grupo cayó un 38.5% en hombres y un 35% en mujeres, al igual que la de los exbebedores regulares (personas que no han consumido en el último año, pero sí al menos 12 veces algún año de su vida), en cuyo caso el descenso fue del 55.3% en hombres y del 62.3% en mujeres.
Por otro lado, la mortalidad aumentó en los bebedores ligeros y moderados (aquellos que han consumido alcohol durante el último año, pero menos de 60 gramos los hombres y 40 gramos las mujeres). En concreto, un 80% en ellos y un 2.5% en ellas.
La mortalidad atribuible al alcohol en los bebedores excesivos se aglutinó en el grupo de 65-74 años, mientras que en los bebedores ligeros y moderados se concentró entre 45 y 74 años, aunque también se produjo una importante proporción en menores de 45 años.
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