Un avión con 61 personas a bordo se estrelló este viernes en una zona residencial del municipio de Vinhedo, en el estado de São Paulo, dejando un saldo fatal de 57 pasajeros y 4 tripulantes fallecidos. La aerolínea Voepass, operadora del vuelo, inicialmente reportó 62 personas a bordo, pero luego corrigió la cifra tras una verificación oficial.
El director de la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC), Luiz Ricardo de Souza, confirmó la tragedia en una rueda de prensa, informando que no hubo sobrevivientes. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, interrumpió un evento en Itajaí, Santa Catarina, para comunicar la noticia y solicitó un minuto de silencio en honor a las víctimas.
El avión, un bimotor ATR-72-500 que cubría la ruta entre Cascavel y São Paulo, se desplomó a 3.500 metros de altitud, cayendo en vertical sobre una zona de vegetación dentro de una urbanización de alto nivel económico en Vinhedo. Afortunadamente, ninguna edificación resultó afectada y no hubo víctimas entre las personas en tierra.
Las causas del accidente aún se desconocen. Las autoridades aeronáuticas, junto con el Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos (Cenipa) y la Policía Federal, han iniciado investigaciones para determinar qué provocó la caída del avión, que había realizado dos vuelos más esa misma mañana sin incidentes.
El accidente ha conmocionado a la nación, y el gobierno ha expresado su solidaridad con los familiares y amigos de las víctimas en medio de este trágico suceso.
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