La líder opositora venezolana, María Corina Machado, ha lanzado una propuesta contundente al presidente Nicolás Maduro en medio de su denuncia de fraude y su afirmación de que la oposición ha ganado las elecciones presidenciales de 2024. Desde la clandestinidad, donde se refugió la semana pasada por temor a su vida, Machado ha respondido a un cuestionario enviado por la AFP a través de notas de voz. En sus respuestas, ha esbozado una “negociación para la transición democrática”, que, según ella, incluye “garantías, salvoconductos e incentivos” para todas las partes involucradas, especialmente para el régimen que, según sus palabras, fue derrotado en las urnas.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, ampliamente criticado por su supuesta alineación con el gobierno, proclamó a Nicolás Maduro como vencedor de las elecciones con un 52% de los votos. Sin embargo, la oposición rechaza estos resultados, asegurando que su candidato, Edmundo González Urrutia, ganó con un 67% de los sufragios. Como prueba, han presentado un sitio web que contiene copias escaneadas de más del 80% de las actas. Por su parte, el chavismo ha desestimado estas pruebas, tildándolas de falsas, y Maduro ha solicitado a la corte suprema que “certifique” los comicios, un proceso que tanto la oposición como varios académicos consideran improcedente.
María Corina Machado ha sido clara en su mensaje: “Maduro perdió completamente, absolutamente, la legitimidad”. Insistió en que “todos los venezolanos y el mundo saben que Edmundo González ganó de manera arrolladora y que Maduro pretende imponer el fraude más grande de la historia de este país. Pero no lo va a lograr”.
Machado, quien se ha convertido en la principal figura de la oposición después de arrasar en las primarias del año pasado, no ha ocultado su orgullo por lo que considera un logro significativo de la sociedad venezolana, que, según ella, ha superado “todos los obstáculos en la elección más desigual y arbitraria en cuanto a los abusos y atropellos del régimen”.
A pesar de su inhabilitación política, Machado ha seguido siendo el cerebro y el rostro visible de la campaña opositora, trabajando en estrecha colaboración con González Urrutia. Este último, un diplomático de 74 años que era desconocido antes de las elecciones, ha mantenido un bajo perfil desde la proclamación de Maduro, lo que ha generado especulaciones sobre su paradero. Según Machado, González Urrutia “está trabajando durísimo todos los minutos del día en lograr mayores respaldos y avanzar en los procesos dentro y fuera del país necesarios para hacer valer su elección como presidente”.
La reelección de Maduro ha sido cuestionada por Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de América Latina, incluidos Ecuador, Brasil, Colombia y México. Estos últimos han instado a la publicación de un escrutinio detallado, en un esfuerzo por resolver la crisis política en Venezuela.
María Corina Machado ha señalado que “las fuerzas internacionales son corresponsables de lo que ocurre en Venezuela” y ha instado a los gobiernos del mundo a elevar su voz contra la represión y a reconocer la victoria de Edmundo González en las elecciones del 28 de julio. Además, ha insistido en que “es la hora de hacer entender a Maduro que su mejor opción es una transición negociada”.
Tras el anuncio de los resultados electorales, estallaron protestas en el país que, según organizaciones de derechos humanos, dejaron al menos 24 muertos y más de 2.200 detenidos. Maduro, en respuesta, ha ordenado un fuerte operativo de represión, incluyendo la habilitación de dos cárceles de máxima seguridad para encarcelar a los manifestantes.
Machado ha desestimado la declaración de “lealtad absoluta” a Maduro por parte del alto mando militar, afirmando que muchos de los militares encargados de la custodia de los centros de votación apoyaron la recolección de actas para el sitio web de la oposición. En sus palabras, “a Maduro lo único que le queda en este momento es atrincherarse alrededor de la generación de violencia y miedo”, apoyado únicamente por un grupo reducido de militares de alto rango.
Finalmente, Machado ha expresado su convicción de que la mayoría de los militares y policías venezolanos “anhelan un cambio” y que “el 10 de enero de 2025, día de la toma de posesión, Venezuela tendrá en Edmundo González Urrutia su nuevo presidente y su nuevo comandante en jefe”.