Las autoridades italianas decomisaron alrededor de 150 kilos de cocaína en el puerto de Livorno, escondidos en un contenedor con bananos que había salido de Guayaquil y tenía como destino final Suiza. El hallazgo ocurrió el 12 de agosto, cuando agentes de la Guardia di Finanza, durante un control rutinario en un barco con bandera de Malta, detectaron el alcaloide. La cocaína estaba dividida en 139 bloques de aproximadamente 1,1 kilos cada uno. Los tres ciudadanos albaneses involucrados fueron detenidos al intentar acceder al contenedor.
Livorno, uno de los puertos más importantes del norte de Italia y un punto estratégico para el comercio en Europa, se ha convertido en un foco de control de narcóticos debido a su papel en las rutas comerciales. La Oficina de las Naciones Unidas para el Control de la Droga y el Delito (UNODC) ha informado que Ecuador es un punto clave en el tránsito de cocaína, con el 73% de la producción mundial pasando por el país.
En respuesta al creciente problema del narcotráfico, el presidente ecuatoriano Daniel Noboa ha elevado la lucha contra el crimen organizado a la categoría de conflicto armado interno. Este enfoque permite clasificar a las bandas criminales como grupos terroristas y actores beligerantes no estatales, reflejando la severa ola de violencia que afecta a Ecuador. En 2023, el país se convirtió en el más violento del mundo en términos de homicidios per cápita, con una tasa de 47,2 por cada 100,000 habitantes, según el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado (OECO). Este contexto ha llevado al gobierno a intensificar sus esfuerzos para enfrentar el crimen organizado y sus ramificaciones en la sociedad ecuatoriana.