Una nueva jornada de violencia sacudió el cantón Ponce Enríquez, en la provincia de Azuay, este martes 13 de agosto de 2024. En medio de un enfrentamiento armado entre las bandas criminales ‘Los Lobos’ y ‘Los Lobos Saobox’, cinco personas perdieron la vida y tres más resultaron heridas, elevando aún más el clima de inseguridad en una zona ya golpeada por la violencia.
El ataque se registró en la mina La Tormenta, en el sector Santa Marta, a las 6:50 de la mañana. Según reportes preliminares de la Policía Nacional, la confrontación entre estos grupos delincuenciales dejó un saldo de cinco muertos, dos de ellos decapitados, y uno incinerado, en un macabro episodio que refleja la brutalidad con la que operan estas organizaciones en la región.
Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, que acudieron al lugar tras recibir una alerta, lograron la captura de tres sospechosos: Óscar Z., Edison C., y Jonathan B., este último menor de edad. Durante el operativo, se incautaron un arma de fuego, 279 cartuchos de municiones, dinero en efectivo y un dispositivo móvil, que ahora forman parte de las pruebas en la investigación.
Este violento suceso se da apenas un día después de que los militares realizaran una incursión en otra mina del sector Santa Marta, donde se hallaron explosivos, aunque sin detenidos. La violencia en la región ha escalado de manera alarmante, con un aumento del 82% en los asesinatos en lo que va del año.
El Gobierno, bajo la administración del presidente Daniel Noboa, ha decretado un estado de excepción y toque de queda en Ponce Enríquez, en un esfuerzo por controlar la situación. Sin embargo, las autoridades reconocen que la violencia es alimentada por las disputas económicas entre ‘Los Lobos’ y su facción, ‘Los Lobos Saobox’, quienes se enfrentan por el control de las lucrativas actividades mineras ilegales.
Este hecho se suma a la lista de episodios violentos que han sembrado el terror en esta zona minera, donde anteriormente se han reportado hallazgos de cuerpos incinerados y decapitados. Las autoridades continúan con las investigaciones para dar con los autores materiales e intelectuales de este sangriento ataque.
La situación en Ponce Enríquez sigue siendo crítica, y las fuerzas de seguridad mantienen un despliegue constante en la región, mientras los habitantes del cantón viven bajo la sombra de la violencia y la inseguridad.
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