Panamá ha iniciado la deportación masiva de migrantes que cruzan la selva del Darién, cumpliendo con un acuerdo firmado con Estados Unidos en julio de 2024. El primer vuelo, financiado por el gobierno estadounidense, despegó este 20 de agosto con 29 colombianos a bordo, la mayoría con antecedentes criminales. Entre ellos, un presunto sicario del Clan del Golfo, identificado gracias al sistema biométrico utilizado por las autoridades panameñas.
Luis Felipe Icaza, viceministro panameño de Seguridad, confirmó que este es el primer vuelo bajo el convenio con Estados Unidos, un acuerdo que busca frenar el creciente flujo de migrantes que cruzan la peligrosa selva en su camino hacia el norte. Los deportados fueron esposados y subieron al avión Fokker 50 bajo estrictas medidas de seguridad, sin portar equipaje.
El Servicio Nacional de Migración de Panamá, liderado por Roger Mojica, señaló que la deportación de migrantes con antecedentes es solo el comienzo. El gobierno panameño también está coordinando con países como Ecuador, India y otras naciones para el retorno de sus ciudadanos que ingresen ilegalmente a Panamá a través del Darién. Sin embargo, en el caso de Venezuela, donde no existen relaciones diplomáticas con Panamá, no se realizarán deportaciones por el momento.
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, quien asumió el cargo el 1 de julio, hizo de la deportación de migrantes una de sus promesas de campaña. “Quiero que sepan, tanto en Sudamérica como los que piensan venir, que aquí quien llega se va a devolver a su país de origen”, afirmó Mulino, un abogado derechista de 64 años. Este mensaje marca un cambio drástico en la política migratoria de Panamá, especialmente tras el aumento de personas que cruzan el Darién, con más de 110,000 personas haciendo la peligrosa travesía en el primer trimestre de 2024.
El acuerdo con Estados Unidos, que compromete 6 millones de dólares para financiar estas deportaciones, contempla en su primera fase el retorno de migrantes con antecedentes, pero prevé extenderse a todos aquellos que ingresen ilegalmente al país.
El futuro de los migrantes ecuatorianos sigue en negociación. Ecuador es el segundo grupo más numeroso que cruza el Darién, y aunque aún se están coordinando los detalles diplomáticos, el gobierno panameño ha dejado claro que la deportación es una posibilidad para aquellos que sean encontrados en su territorio.
Panamá envía un mensaje contundente a los migrantes que cruzan el Darién: la travesía no garantiza el ingreso a su territorio, y quienes lo intenten serán devueltos a su país de origen.