El domingo 25 de agosto de 2024, las centrales hidroeléctricas Mazar, Paute y Sopladora, situadas en los límites de las provincias de Azuay, Cañar y Morona Santiago, generaron el 55% de la demanda hidroeléctrica de Ecuador.
Según el Operador Nacional de Electricidad (Cenace), estas plantas produjeron un total de 16,892 megavatios/hora, mientras que el resto de la demanda se cubrió con la energía de otras centrales como Agoyán y Delsitanisagua.
En total, el 79% de la demanda eléctrica del día fue satisfecha por la generación hidroeléctrica.
La programación para este domingo fue de 77,143 megavatios/hora, lo que refleja una alta dependencia de la energía hidroeléctrica en el país.
Sin embargo, la situación de sequía en la región afecta la disponibilidad de agua para estas centrales. El río Tomebamba presenta niveles de estiaje, y no se han registrado lluvias significativas en el Austro durante los últimos 44 días. Además, los ríos Yanuncay, Machángara y Tarqui también presentan bajos caudales, lo que complica el suministro de agua para los embalses.
Los embalses de Mazar y Paute, que tienen una capacidad combinada de reserva de 530 millones de metros cúbicos, son alimentados por estos ríos, así como por el Santa Bárbara y Burgay. No obstante, desde hace una semana, Celec Sur ha deshabilitado su plataforma pública, por lo que no se puede consultar la información actualizada sobre los niveles de los embalses y los caudales que ingresan a ellos.
Esta situación de sequía subraya la vulnerabilidad del sistema hidroeléctrico del país ante las variaciones climáticas y la necesidad de medidas para gestionar eficientemente los recursos hídricos.
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