El presidente Daniel Noboa ha decidido que su partido, Acción Democrática Nacional (ADN), participará en las elecciones generales de 2025 sin establecer alianzas con otras fuerzas políticas. Esta decisión fue confirmada por Esteban Torres, viceministro de Gobernabilidad y también precandidato a asambleísta por ADN, durante una rueda de prensa realizada el 28 de agosto de 2024. Según Torres, la agrupación política ya ha definido su binomio presidencial y las candidaturas nacionales, reafirmando su intención de competir en solitario para lograr la reelección de Noboa en la Presidencia de la República.
ADN: Una Estrategia sin Alianzas
Esteban Torres subrayó que ADN no buscará alianzas nacionales para las próximas elecciones, un movimiento estratégico que refleja la confianza del partido en su capacidad para triunfar por sí solo. “Está definido el binomio presidencial, así como las candidaturas de asambleístas nacionales. ADN irá sin alianzas nacionales, como ya se conoce, y esperamos ser los triunfadores”, afirmó Torres. Esta postura resalta la apuesta del partido por consolidar su identidad política y fortalecer su base electoral sin depender de otras fuerzas políticas.
Aunque a nivel nacional ADN ha optado por no establecer alianzas, Torres dejó abierta la posibilidad de que, a nivel provincial, se puedan alcanzar acuerdos puntuales para las candidaturas a asambleístas. Estos acuerdos deberán cerrarse antes del viernes 30 de agosto, cuando se vence el plazo para inscribir oficialmente las candidaturas ante el Consejo Nacional Electoral (CNE).
El Contexto Electoral
El anuncio de que ADN competirá sin alianzas llega en un momento clave para la política ecuatoriana, donde las elecciones generales de 2025 se presentan como un escenario altamente competitivo. Noboa, quien asumió la presidencia en 2023, buscará su reelección en un contexto de polarización política y desafíos económicos. La decisión de no formar alianzas podría ser vista como un intento de consolidar el liderazgo de Noboa dentro de su partido y en la política nacional, evitando compromisos con otras fuerzas que podrían diluir su mensaje y propuestas de gobierno.
Además, la estrategia de ADN refleja una tendencia en la política ecuatoriana hacia la personalización de las campañas electorales, donde los candidatos buscan diferenciarse claramente de sus rivales y proyectar una imagen de independencia y fortaleza.
La Controversia con José Serrano
En medio de este panorama, la figura de José Serrano, exministro del Interior durante el gobierno de Rafael Correa, ha generado controversia. Serrano había intentado inscribirse como precandidato presidencial por el partido Centro Democrático, pero enfrentó dificultades para cumplir con los requisitos legales. Esteban Torres negó que el Gobierno de Noboa haya interferido en este proceso, aclarando que la normativa que exige la presencia física del precandidato para la inscripción fue implementada durante el gobierno de Correa, precisamente para evitar que candidatos en el extranjero pudieran participar sin regresar al país.
“Recuerden que se tomó esa decisión cuando se anunciaba que el expresidente [Abdalá] Bucaram iba a ser candidato. Lo que se ha hecho es cumplir la ley”, explicó Torres. Además, rechazó las acusaciones de Serrano sobre la falta de protección policial para precandidatos, aclarando que solo los candidatos oficialmente inscritos pueden solicitar medidas de seguridad, previa evaluación de riesgo por parte de la Policía Nacional.
Implicaciones para la Campaña de 2025
La decisión de ADN de competir sin alianzas puede tener implicaciones significativas para la campaña electoral de 2025. Sin el apoyo de otros partidos, Noboa y su equipo deberán concentrarse en movilizar a sus bases y captar el voto indeciso para asegurar su reelección. Sin embargo, también podría enfrentar mayores desafíos en caso de que la oposición logre unificar fuerzas y presentar un frente común.
La negativa a formar alianzas podría permitir a Noboa mantener un control más estricto sobre su campaña y mensaje político, evitando las concesiones y negociaciones que suelen acompañar a las coaliciones electorales. No obstante, también aumenta la presión sobre el partido para demostrar su capacidad de movilización y convocatoria a nivel nacional.
En resumen, la decisión de Daniel Noboa de no establecer alianzas para las elecciones de 2025 marca una clara estrategia política de ADN, enfocada en consolidar su posición como fuerza política independiente y en fortalecer la candidatura del actual presidente para un segundo mandato. Sin embargo, esta estrategia también implica riesgos y desafíos que deberán ser enfrentados en un contexto electoral altamente competitivo y polarizado.