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UN HOMBRE FINGIÓ ESTAR MUERTO PARA NO PAGAR LA MANUTENCIÓN DE SUS HIJOS

Jesse Kipf, un hombre originario de Kentucky, ha sido sentenciado a seis años y nueve meses de prisión después de fingir su propia muerte para evadir una deuda de manutención infantil que superaba los $116,000. Kipf utilizó credenciales robadas de un médico y hackeó el sistema de registro de defunciones del estado de Hawái para crear un certificado de defunción falso.

Con esta nueva identidad, Kipf continuó sus actividades delictivas, vendiendo información privada robada a compradores internacionales. Este fraude informático y robo de identidad agravado no solo le permitió evadir sus responsabilidades como padre, sino que también le permitió lucrar ilegalmente mientras estaba “muerto”.

Además de su condena a prisión, Kipf ha sido obligado a pagar más de $195,700 en concepto de pensión alimenticia y daños causados a sistemas informáticos gubernamentales y corporativos. Este monto incluye la deuda original de manutención y las reparaciones necesarias para subsanar los daños provocados por sus actividades de hacking.

Los fiscales del caso señalaron que Kipf había hackeado redes gubernamentales y corporativas, vendiendo datos personales robados y aprovechando su falsa muerte para continuar con estos delitos. A pesar de su elaborado intento de escapar de sus obligaciones legales y financieras, Kipf finalmente fue capturado y enfrentó la justicia.

Este caso ha servido como un fuerte recordatorio de los riesgos y las graves consecuencias del ciberdelito. Los fiscales esperan que la sentencia de Kipf envíe un mensaje claro a otros ciberdelincuentes sobre la inevitabilidad de la justicia, sin importar lo sofisticados que sean sus métodos.

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