En Ecuador, alrededor de 723.522 personas mayores de 65 años continúan en la fuerza laboral, representando el 8,7% de la población empleada del país. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (Enemdu) de julio de 2024, la tasa de participación laboral en este grupo se sitúa en el 38%, lo que implica que cuatro de cada diez adultos mayores están trabajando o en busca de empleo.
El aumento de la tasa de participación laboral de las personas de la tercera edad, que ha crecido un 2% en comparación con julio de 2023, refleja una situación preocupante: muchos de estos trabajadores se ven obligados a seguir laborando debido a la falta de ingresos y los problemas en los sistemas de pensiones. La Organización Mundial del Trabajo (OIT) señala que la necesidad de cubrir gastos básicos, como alimentación, vivienda y salud, impulsa a estos adultos mayores a mantenerse en el mercado laboral.
De los adultos mayores que trabajaban en julio de 2024, un alarmante 81% lo hacía en el sector informal. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) define como informales a quienes trabajan en empresas o negocios con menos de 100 empleados y que carecen de Registro Único de Contribuyentes (RUC). Estos trabajadores enfrentan una mayor precariedad, con menores probabilidades de contar con beneficios laborales como afiliación al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), vacaciones pagadas, o salarios básicos.
De hecho, apenas el 3,2% de los adultos mayores empleados en la informalidad están afiliados al IESS, lo que subraya la falta de protección social para este grupo vulnerable. Solo el 18% de los adultos mayores se encuentra en el sector formal, y apenas el 1% en empleo doméstico.
Las grandes ciudades del país concentran una significativa cantidad de adultos mayores en la informalidad. Quito lidera con 14.128 personas empleadas en este sector, seguida por Machala con 5.109, según datos del segundo trimestre de 2024 de la Enemdu. Otras ciudades como Ambato, Cuenca y Guayaquil también presentan cifras considerables, aunque Guayaquil registra el menor número con 2.177 adultos mayores en la informalidad.
El ingreso laboral promedio de los adultos mayores en julio de 2024 fue de USD 256,6, un aumento de USD 5 en comparación con julio de 2023, pero una disminución de USD 52,3 respecto al mes anterior. Este ingreso está muy por debajo del salario básico unificado de USD 460, y también del ingreso promedio nacional, que es de USD 451,4. La precariedad del empleo informal, donde se concentra la mayoría de estos trabajadores, contribuye a estos bajos ingresos.
Además, la tasa de empleo adecuado entre los adultos mayores se sitúa en apenas 12,7% a nivel nacional, lo que significa que solo 13 de cada 100 adultos mayores empleados cuentan con un trabajo que les garantiza un salario mínimo y una jornada laboral completa. Esta tasa ha mostrado una leve disminución respecto a meses anteriores, reflejando la dificultad que enfrenta este grupo para acceder a condiciones laborales dignas.
Este panorama evidencia la urgencia de políticas públicas que aborden la situación de vulnerabilidad de los adultos mayores en el mercado laboral ecuatoriano, especialmente en lo referente a la informalidad y la falta de protección social.
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