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La letra del Himno Nacional de Ecuador será obligatoria en el nuevo año lectivo

Desde el 2 de septiembre de 2024, cantar el Himno Nacional de Ecuador es obligatorio en todas las escuelas y colegios del régimen Sierra-Amazonía.

Esta disposición del Ministerio de Educación establece que el himno se entone todos los lunes como parte de la formación de estudiantes con valores y como “buenos ciudadanos”.

El Himno Nacional de Ecuador, cuya letra fue escrita por el poeta ambateño Juan León Mera Martínez y cuya música fue compuesta por el artista de origen francés Antonio Neumane Marno, data del 14 de noviembre de 1865.

Desde 1977, por decreto del Consejo Supremo de Gobierno, se decidió no cantar el himno completo, para facilitar su aprendizaje y fomentar su entonación con mayor frecuencia. Habitualmente, se interpreta solo el coro y la segunda estrofa.

A continuación, la letra completa del Himno Nacional de Ecuador, que consta de un coro y seis estrofas:

CORO
Salve oh Patria, ¡mil veces!
¡Oh Patria! ¡Gloria a ti! ¡Gloria a ti!
Ya tu pecho, tu pecho rebosa.
Gozo y paz, ya tu pecho rebosa;
y tu frente, tu frente radiosa,
más que el sol contemplamos lucir.
Y tu frente, tu frente radiosa,
más que el sol contemplamos lucir.

ESTROFAS

I
Indignados tus hijos del yugo
que te impuso la ibérica audacia,
de la injusta y horrenda desgracia
que pesaba fatal sobre ti,
santa voz a los cielos alzaron,
voz de noble y sin par juramento,
de vengarte del monstruo sangriento,
de romper ese yugo servil.

II
Los primeros los hijos del suelo
que, soberbio; el Pichincha decora
te aclamaron por siempre señora
y vertieron su sangre por ti.
Dios miró y aceptó el holocausto,
y esa sangre fue germen fecundo
de otros héroes que, atónito, el mundo
vio en tu torno a millares surgir.

III
De estos héroes al brazo de hierro
nada tuvo invencible la tierra,
y del valle a la altísima sierra
se escuchaba el fragor de la lid;
tras la lid la victoria volaba,
libertad tras el triunfo venía,
y al león destrozado se oía
de impotencia y despecho rugir.

IV
Cedió al fin la fiereza española,
y hoy, oh Patria, tu libre existencia
es la noble y magnífica herencia
que nos dio, el heroísmo feliz;
de las manos paternas la hubimos,
nadie intente arrancárnosla ahora,
ni nuestra ira excitar vengadora
quiera, necio o audaz, contra sí.

V
Nadie, oh Patria, lo intente. Las sombras
de tus héroes gloriosos nos miran,
y el valor y el orgullo que inspiran
son augurios de triunfos por ti.
Venga el hierro y el plomo fulmíneo,
que a la idea de guerra y venganza
se despierta la heroica pujanza
que hizo al fiero español sucumbir.

VI
Y si nuevas cadenas prepara
la injusticia de bárbara suerte,
gran Pichincha! prevén tú la muerte
de la Patria y sus hijos al fin;
Hunde al punto en tus hondas entrañas
cuanto existe en tu tierra el tirano
huelle solo cenizas y en vano
busque rastro de ser junto a ti.

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