La región de la Sierra de Ecuador enfrenta una situación crítica debido a la propagación de incendios forestales. Este jueves 5 de septiembre, la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) reportó once incendios activos en diversas provincias, agravados por las condiciones de sequía y las fuertes rachas de viento que azotan la zona.
En la capital, tres focos de incendio mantienen a la ciudad en alerta por segundo día. Las llamas se concentran en áreas rurales de difícil acceso en Pifo, Nayón y Chilibulo, donde el denso humo ha cubierto parte del cielo, reduciendo la visibilidad y afectando la calidad del aire. Equipos de bomberos y helicópteros equipados con canastas de agua trabajan incansablemente para controlar las llamas en estas zonas montañosas.
El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, ha ordenado una investigación para determinar el origen de los incendios y aseguró que los responsables enfrentarán las sanciones legales correspondientes. Durante las operaciones, se descubrió a una mujer en Yaruquí quemando troncos para producir carbón cerca de un bosque, lo que podría haber contribuido a la propagación del fuego.
Además de Pichincha, otras cinco provincias de la Sierra están lidiando con incendios forestales. En Cotopaxi, Azuay, Loja, Imbabura y Chimborazo se han registrado once incendios activos, mientras que otros siete ya han sido controlados.
El incendio más grande se reportó en Loja, donde más de 7.600 hectáreas de pastizales, cultivos y bosques de pino fueron consumidas por las llamas. Para la extinción de este incendio, el Gobierno de Perú brindó asistencia con dos aviones Spartan C-27J y dos helicópteros Mi-17, colaborando en las labores de control y mitigación.
La sequía prolongada y los vientos intensos han creado condiciones ideales para que los incendios se propaguen rápidamente, afectando no solo la vegetación, sino también la calidad del aire en las principales ciudades. Al igual que en otras partes de la región, Ecuador enfrenta una creciente amenaza de incendios forestales, lo que pone en riesgo la biodiversidad y las comunidades cercanas a las zonas afectadas.
Las autoridades instan a la población a tomar precauciones, evitar actividades que puedan desencadenar más incendios y reportar cualquier comportamiento sospechoso en áreas forestales.