Los incendios forestales en Quito continúan avanzando en Itulcachi, Nayón y Chilibulo, dejando a la capital en una emergencia ambiental. El COE Metropolitano mantiene un monitoreo constante de las áreas afectadas, mientras bomberos y helicópteros luchan por controlar las llamas. La Cocha, cerca de Itulcachi, se ha convertido en el epicentro del siniestro más grave registrado este jueves.
Devastación ambiental y pérdidas económicas
La magnitud de estos incendios ha destruido vastas áreas de vegetación, causado la muerte de 32.000 aves de granja y dejado a 20 reses intoxicadas por el humo. En la parroquia de Pifo, los barrios tradicionales de Itulcachi y La Cocha han sido los más golpeados por el fuego, que continúa propagándose debido a los fuertes vientos.
El COE Metropolitano, en su primer balance, evacuó a 45 personas en Nayón, incluidas personas mayores afectadas por la inhalación de humo. El personal de bomberos sigue en las zonas de mayor afectación, realizando relevos para continuar con las labores de sofocación. En Palugo, Itulcachi y La Cocha, las llamas se expanden rápidamente, lo que complica el control del incendio.
Las autoridades han decidido entregar mascarillas a los habitantes de las zonas afectadas y han activado alertas sobre la calidad del aire en Quito. A primera hora, la Secretaría de Ambiente informó que la capital amaneció con niveles “moderados” de contaminación. El alcalde Pabel Muñoz también ha solicitado una investigación policial para determinar el origen simultáneo de los incendios y advirtió sobre la posibilidad de pirómanos.
El alcalde pidió a los quiteños estar alerta ante personas que soliciten donaciones en nombre del Municipio, reiterando que cualquier ayuda debe ser gestionada a través de las administraciones zonales. Mientras tanto, la ciudadanía se organiza en brigadas locales para sofocar los focos de incendio, especialmente en La Cocha, donde decenas de vecinos han formado cadenas humanas para combatir el fuego.
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