En un hecho que ha generado controversia en la política exterior ecuatoriana, la Cancillería de Ecuador ha iniciado un sumario administrativo contra Verónica Abad, quien ocupa un cargo diplomático en la embajada de Israel, por no cumplir con la disposición oficial de abandonar dicho país y trasladarse a Turquía antes del 1 de septiembre de 2024. Esta decisión administrativa, de acuerdo con fuentes oficiales, fue tomada debido al incumplimiento por parte de Abad de una orden emitida por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador, lo que ha generado preocupación por el manejo de las relaciones bilaterales con Israel y Turquía.
Verónica Abad había sido designada para cumplir funciones diplomáticas en la embajada ecuatoriana en Israel desde hace varios años. Sin embargo, en una decisión interna de la Cancillería, se dispuso su traslado a Turquía, con el objetivo de reforzar las relaciones diplomáticas y comerciales en esa región. Esta medida forma parte de una serie de reubicaciones estratégicas dentro del cuerpo diplomático ecuatoriano, con el fin de optimizar los esfuerzos de política exterior y ajustar la representación ecuatoriana en zonas de mayor interés geopolítico y económico.
El plazo límite otorgado a Abad para abandonar su puesto en Israel y trasladarse a su nueva misión diplomática en Turquía vencía el 1 de septiembre de 2024. Según la Cancillería, Abad no cumplió con este mandato y, en lugar de dirigirse a su nuevo destino, permaneció en Israel, lo que ha provocado la apertura de un proceso administrativo en su contra.
La situación ha encendido las alarmas dentro de los círculos diplomáticos de Ecuador, ya que el incumplimiento de Abad no solo representa una violación a las disposiciones del Ministerio de Relaciones Exteriores, sino que podría afectar la relación con Israel, un país clave en temas de cooperación tecnológica, agrícola y de seguridad para Ecuador. A su vez, la demora en el traslado a Turquía puede influir negativamente en los esfuerzos por fortalecer los lazos comerciales y diplomáticos con Ankara.
El canciller ecuatoriano, en declaraciones recientes, subrayó la importancia de que los funcionarios diplomáticos respeten los tiempos y las órdenes establecidas por el gobierno central. “La diplomacia ecuatoriana no puede permitirse desacatos ni retrasos, especialmente en momentos en que el país busca fortalecer su presencia internacional y consolidar alianzas estratégicas con actores clave”, afirmó el ministro.
La defensa de Verónica Abad
Hasta el momento, Verónica Abad no ha emitido una declaración oficial respecto a las acusaciones que enfrenta. No obstante, allegados a la diplomática han señalado que las razones para su permanencia en Israel podrían estar vinculadas a situaciones personales y de seguridad en la región, argumentando que el traslado en la fecha estipulada podría haber representado un riesgo o inconveniente en el marco de las tensiones que se viven en el país del Medio Oriente.
Asimismo, se espera que Abad presente su defensa formal en el proceso administrativo, en donde podría alegar la necesidad de una extensión del plazo de salida, aunque hasta el momento la Cancillería no ha dado señales de estar dispuesta a flexibilizar su postura.
El sumario administrativo iniciado por la Cancillería implica una investigación interna que podría derivar en sanciones para la diplomática, en caso de que se determine que ha incurrido en una falta grave al no acatar la disposición oficial de traslado. Entre las posibles sanciones se incluyen desde la amonestación verbal hasta la destitución del cargo, aunque es poco probable que el proceso avance hacia esta última medida sin antes agotar las instancias de diálogo.
El proceso será conducido bajo los parámetros establecidos por la Ley Orgánica de Servicio Exterior y las normativas internas de la Cancillería, las cuales regulan el comportamiento y las responsabilidades de los funcionarios diplomáticos en el extranjero. La cancillería ha indicado que el debido proceso será garantizado para Abad, quien tendrá la oportunidad de presentar pruebas y argumentos en su defensa.
Este caso ha generado diversas reacciones en el ámbito político ecuatoriano. Algunos sectores han criticado la gestión de la Cancillería, acusándola de actuar con excesiva rigidez en un caso que podría haberse resuelto mediante la negociación y el entendimiento. Por otro lado, figuras de la oposición han expresado su preocupación por lo que consideran una falta de disciplina en el cuerpo diplomático y han instado al gobierno a tomar medidas más estrictas para evitar que se repitan situaciones similares en el futuro.
La Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional también ha mostrado interés en el caso, solicitando al Ministerio de Relaciones Exteriores un informe detallado sobre las razones detrás del traslado de Abad y las implicaciones que este incumplimiento puede tener para la diplomacia ecuatoriana en Medio Oriente.
A pesar del incidente, la Cancillería ha reafirmado su compromiso con mantener y fortalecer las relaciones bilaterales con Israel y Turquía. En los últimos años, Ecuador ha trabajado activamente para fomentar la cooperación con Israel en áreas como tecnología agrícola, defensa y ciberseguridad, mientras que Turquía ha emergido como un socio importante en términos comerciales y de inversiones en infraestructuras.
El retraso en el traslado de Verónica Abad no parece haber causado, hasta el momento, un deterioro en estas relaciones. No obstante, el Ministerio de Relaciones Exteriores está evaluando cuidadosamente el impacto diplomático que este caso pueda generar, sobre todo en lo que respecta a la percepción de Ecuador como un socio serio y respetuoso de los compromisos internacionales.
El sumario administrativo contra Verónica Abad marca un precedente importante en el manejo de la disciplina dentro del cuerpo diplomático ecuatoriano. Mientras el proceso sigue su curso, las miradas estarán puestas en cómo la Cancillería gestionará este conflicto y qué lecciones se podrán extraer para garantizar una mayor cohesión y cumplimiento de las disposiciones internas en el futuro.
Se espera que el resultado de este caso también sirva como un recordatorio para todos los funcionarios diplomáticos sobre la importancia de seguir las instrucciones y plazos establecidos por el gobierno, en un momento en que Ecuador busca consolidar su presencia internacional y afianzar relaciones clave en todo el mundo.