La constante publicación de selfis y actualizaciones sobre entrenamientos en redes sociales podría ser un indicio de problemas psicológicos, según un estudio reciente de la Universidad Brunel, en el Reino Unido. Los investigadores observaron que las personas que publican repetidamente contenido relacionado con su apariencia física, especialmente en entornos como el gimnasio, lo hacen motivadas por una necesidad de validación social.
El estudio identificó que estas publicaciones, en su mayoría, responden a un deseo de alardear de su apariencia, lo que podría estar vinculado a un rasgo narcisista. “Los narcisistas actualizan con mayor frecuencia sus logros, motivados por su necesidad de atención y validación en plataformas como Facebook”, señala el informe.
La investigación sugiere que, aunque estas personas reciben más “me gusta” y comentarios en sus publicaciones, la aceptación social obtenida a través de redes no siempre refleja una mejora en su bienestar emocional. Según la Dra. Tara Marshal, coautora del estudio, “aunque la fanfarronería de los narcisistas parece ser recompensada, muchas veces estas personas sufren en secreto, ya que buscan constantemente la aprobación de los demás”.
El uso excesivo de redes sociales, especialmente en la publicación de contenido centrado en la apariencia física, ha sido objeto de creciente preocupación en el ámbito de la salud mental. Diversos estudios han vinculado el uso intensivo de estas plataformas con un aumento en los síntomas de ansiedad y depresión, especialmente entre los jóvenes. Un estudio de Primak halló que el uso de múltiples redes sociales estaba asociado con un incremento de estos síntomas en personas de entre 19 y 32 años, aunque no se ha establecido un vínculo causal definitivo.
El fenómeno de la comparación social, común en el uso de redes, podría ser una de las causas subyacentes de estos efectos negativos. Según expertos, las comparaciones ascendentes —cuando los usuarios se comparan con personas que perciben como más exitosas o atractivas— pueden disminuir la autoestima, una tendencia que se ha observado en plataformas como Instagram y Facebook.
Ante estas evidencias, el director médico del Reino Unido ha recomendado un enfoque preventivo, instando a los padres a regular el tiempo que los menores pasan frente a pantallas y priorizar actividades como el ejercicio, el sueño y la interacción social cara a cara.
El uso de redes sociales continúa siendo una herramienta poderosa para la comunicación y la interacción global, pero su impacto en la salud mental requiere más investigación. Los expertos instan a los usuarios a ser conscientes de las motivaciones detrás de sus publicaciones y a no depender de la validación externa para su autoestima.