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INCENDIOS FORESTALES ARRASAN MÁS DE 30.000 HECTÁREAS EN ECUADOR DURANTE 2024

Desde el 1 de enero hasta el 11 de septiembre de 2024, Ecuador ha registrado un total de 2.703 incendios forestales, afectando gravemente a diversas provincias del país. Según la Secretaría de Gestión de Riesgos, las provincias más golpeadas por estos siniestros son Loja, Azuay, Pichincha, Carchi, Imbabura y Guayas.

El mes de agosto ha sido particularmente devastador, consolidándose como el periodo con mayor cantidad de incendios en lo que va del año. Aunque en los últimos días la atención se ha centrado en los incendios que rodearon el monumento de la Virgen de Legarda en El Panecillo, Quito, la provincia más afectada en términos de extensión ha sido Loja, con 14.593 hectáreas consumidas por el fuego, más del triple de las registradas en Azuay, que le sigue con 4.487 hectáreas.

A pesar de que Loja encabeza la lista de hectáreas afectadas, Pichincha ha registrado el mayor número de incendios con 805 incidentes. Azuay y Guayas también reportaron una alta cantidad de incendios, con 378 y 356, respectivamente. Solo tres provincias —Santo Domingo, Sucumbíos y Orellana— no han registrado incendios forestales en lo que va del año.

La magnitud de los incendios ha requerido un esfuerzo considerable de los cuerpos de bomberos, quienes han contado con el apoyo de 54 intervenciones aéreas para mitigar las llamas. Estas operaciones han incluido 891 descargas de agua, totalizando 954.562 litros utilizados para combatir los siniestros.

Loja ha sido la provincia más afectada, no solo por la cantidad de hectáreas perdidas, sino por la rapidez con la que los incendios se han propagado. El impacto de estos siniestros amenaza la biodiversidad de la región y plantea retos importantes para la gestión de riesgos.

Mientras tanto, en Quito, los incendios forestales en las cercanías de la ciudad han puesto en alerta a las autoridades locales, ya que el humo ha afectado la calidad del aire y la visibilidad en varios sectores. Los esfuerzos para contener los incendios en áreas como El Panecillo han sido intensos, pero el peligro continúa latente.

Con el incremento de las temperaturas y la falta de lluvias, las autoridades advierten que la temporada de incendios podría extenderse, exacerbando los efectos en las zonas más vulnerables.

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