El anuncio del Gobierno de Daniel Noboa sobre los cortes de luz nocturnos, que se llevarán a cabo del 23 al 26 de septiembre de 2024, ha encendido las alarmas en el sector industrial del país. Los apagones, previstos de 22:00 a 06:00, afectarán principalmente a las industrias manufactureras que operan en turnos nocturnos, lo que podría traducirse en pérdidas significativas.
Según Andrés Robalino, director ejecutivo de la Cámara de Industrias, Producción y Empleo de Cuenca (CIPEM), las industrias del sur del país, que operan con tres turnos de ocho horas, sufrirán la suspensión de al menos un turno, lo que representa una pérdida de un tercio de su producción. “Las empresas que operan durante la noche se verán obligadas a paralizar sus actividades, lo que podría tener graves consecuencias económicas”, afirmó Robalino.
La CIPEM estima que las pérdidas para las industrias de Cuenca podrían llegar a USD 1,2 millones por cada hora de apagón. Considerando los cortes programados, las pérdidas totales alcanzarían los USD 38,4 millones en esos cuatro días. En la región del “gran Guayaquil”, que incluye Guayaquil, Durán y Samborondón, las pérdidas serían aún más abrumadoras, llegando a USD 2,4 millones por hora, lo que se traduce en un impacto económico total de USD 76,8 millones.
Francisco Jarrín, presidente de la Cámara de Industrias de Guayaquil, subrayó que industrias como las de plástico, cartón y vidrio, así como aquellas vinculadas a la cadena exportadora, serían las más perjudicadas por los cortes de energía. Además, mencionó que muchas empresas se enfrentan al reto de movilizar a sus trabajadores durante la noche, en medio de altos índices de inseguridad en Guayaquil y Durán.
Las industrias que dependen de procesos de alta demanda energética, como las de cerámica y cemento, se verán particularmente afectadas. “Estas empresas necesitan comenzar el apagado de sus hornos con al menos dos horas de anticipación para evitar daños en la operación”, explicó Robalino.
A pesar de que algunas empresas cuentan con generadores de energía, la capacidad de estos es limitada. En Cuenca, las plantas de generación eléctrica solo permiten a las industrias operar durante cuatro horas, lo que resulta insuficiente para cubrir los ocho horas de apagón.
Otro punto de preocupación es la posible imposición de un toque de queda durante los días de apagones, como ocurrió con el apagón nacional previsto para el 28 de septiembre. Jarrín expresó la urgencia de que el Gobierno aclare si se implementarán restricciones de movilidad y cómo afectarán a las empresas que sí pueden continuar operando con generadores.
Las industrias buscan alternativas para minimizar el impacto, pero las pérdidas parecen inevitables. Mientras tanto, el país enfrenta una crisis energética que, según el Gobierno, se debe a un déficit en la generación eléctrica.
Comments are closed