El regreso de bases militares extranjeras a Ecuador, como la de Estados Unidos en Manta, ha vuelto a ser un tema de debate tras la propuesta del presidente Daniel Noboa de modificar la Constitución. Esta base, que funcionó entre 2000 y 2009, dejó tras su salida una serie de polémicas y consecuencias sobre la seguridad del país, en especial en la lucha contra el narcotráfico.
Durante la década que Estados Unidos operó en la Base de Manta, las incautaciones de cocaína en Ecuador aumentaron drásticamente. Entre 2000 y 2009, el promedio anual de cocaína decomisada alcanzó los 24.421 kilogramos, un aumento del 498% en comparación con los 4.081 kilogramos anuales incautados en la década previa. El récord se alcanzó en 2009, con 66.181 kilogramos de cocaína incautados, según datos de la ONU.
Este incremento se atribuye a la colaboración con el Plan Colombia, una estrategia conjunta entre Estados Unidos y el país vecino para combatir el narcotráfico en la región. Sin embargo, el Plan no logró los resultados esperados en Colombia, que sigue siendo el mayor productor de cocaína del mundo.
La retirada de las tropas estadounidenses de la Base de Manta en 2009, tras la prohibición constitucional de bases extranjeras impulsada por el gobierno de Rafael Correa, marcó un punto de inflexión. Si bien las incautaciones continuaron en ascenso en la década posterior, alcanzando un promedio anual de 53.129 kilogramos entre 2010 y 2019, la situación empeoró a partir de 2020.
En los últimos años, Ecuador ha dejado de ser un país de tránsito para convertirse en uno de los principales exportadores de cocaína a Europa. El promedio anual de incautaciones entre 2020 y 2022 superó los 151.000 kilogramos, una cifra alarmante que coincide con la intensificación de la guerra entre bandas criminales locales por el control del narcotráfico.
El auge del narcotráfico ha desencadenado la peor crisis de seguridad en la historia de Ecuador. El país, antes considerado solo una ruta de paso, ahora es escenario de violentas disputas entre organizaciones criminales locales e internacionales. A pesar del aumento en las incautaciones, se estima que estas solo representan el 40% de la droga que circula por el territorio ecuatoriano, lo que sugiere una mayor infiltración del narcotráfico en el país.
La propuesta de Daniel Noboa de reintroducir bases militares extranjeras en Ecuador busca enfrentar esta creciente amenaza. Sin embargo, la medida enfrenta una fuerte oposición política y social, que considera que esto vulneraría la soberanía nacional. La discusión apenas comienza y deberá pasar por la Corte Constitucional, la Asamblea Nacional y, finalmente, someterse a consulta popular.
La pregunta crucial sigue siendo si la presencia de tropas extranjeras es la solución para contener una crisis de seguridad que va en aumento.
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