El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) confirmó que un total de 7.700 hectáreas de cultivos en Ecuador se han visto afectadas por la sequía, según lo declarado por el ministro Danilo Palacios. De ese total, 6.900 hectáreas han sufrido daños parciales, mientras que 870 hectáreas se han perdido completamente, poniendo en riesgo la producción agrícola en varias provincias del país.
En una entrevista concedida a Ecuavisa el 17 de septiembre de 2024, Palacios expresó su preocupación por la gravedad de la sequía que, además de provocar pérdidas en la agricultura, ha generado racionamientos de agua en ciudades como Quito. Las provincias más afectadas por la falta de agua son Cotopaxi y Galápagos, donde los agricultores han reportado serias dificultades para mantener sus cultivos.
El ministro también subrayó que en la provincia de El Oro, la escasez de agua ha obligado a su cartera a coordinar con las autoridades locales para implementar medidas de racionamiento. Palacios indicó que, como parte de las acciones para mitigar el impacto de la sequía, el Ministerio está impulsando la reforestación en áreas cercanas a fuentes hídricas, buscando mejorar la disponibilidad del recurso en el mediano y largo plazo.
El fenómeno de la sequía en Ecuador ha empeorado progresivamente en los últimos años. El MAG prevé que la situación actual se prolongue hasta noviembre de 2024, lo que podría agravar aún más los problemas de abastecimiento de agua y alimentos en el país. Ante esta situación, el Ministerio ha activado el programa Campo Seguro, una iniciativa de seguridad productiva que ha beneficiado hasta el momento a 436.000 pequeños y medianos productores. Este programa ofrece compensaciones económicas para agricultores afectados por fenómenos climáticos, plagas y enfermedades.
En cuanto al impacto en el mercado de alimentos, Palacios reconoció que la escasez es un “tema real”, y que el país enfrenta un déficit en cultivos clave, como el maíz, lo que ha obligado a recurrir a importaciones para suplir la demanda interna. La sequía ha incrementado los precios de varios productos básicos, afectando tanto a los agricultores como a los consumidores, lo que plantea un desafío adicional para el gobierno en términos de seguridad alimentaria.
La crítica situación que vive el sector agrícola pone en relieve la necesidad de implementar estrategias más amplias para hacer frente a la crisis climática que amenaza la seguridad alimentaria de Ecuador.
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