El 17 de septiembre de 2024, el nivel del agua en el reservorio se situaba en 2.122 metros sobre el nivel del mar, muy cerca del rango mínimo de operación de entre 2.115 y 2.116 metros. Si el embalse llega a este punto, la hidroeléctrica Mazar, con una capacidad de 170 megavatios, dejaría de operar, como ya ocurrió en abril de 2024, cuando se programaron cortes de luz en el país.
Esta situación tendría un efecto en cadena, ya que Mazar abastece al embalse de Amaluza, que a su vez provee agua a las hidroeléctricas Paute-Molino (1.100 MW), la segunda más grande del país, y Sopladora (486 MW). En conjunto, estas tres centrales aportan 1.757 megavatios, cubriendo el 38% de la demanda eléctrica del país.
El embalse de Mazar, ubicado entre Azuay y Cañar, es el segundo más grande de Ecuador, con 31 kilómetros de extensión y una capacidad de almacenamiento de 410 millones de metros cúbicos. Sin embargo, solo 250 millones de metros cúbicos, equivalentes a unas 74.000 piscinas olímpicas, pueden utilizarse, ya que el resto del volumen es lodo y sedimentos que podrían dañar las turbinas de las hidroeléctricas.
El gigantesco embalse de Mazar se encuentra a solo seis o siete metros de alcanzar su nivel mínimo de operación, lo que podría empeorar la crisis eléctrica que afecta a Ecuador, donde ya se han anunciado apagones programados.
El 17 de septiembre de 2024, el nivel del agua en el reservorio se situaba en 2.122 metros sobre el nivel del mar, muy cerca del rango mínimo de operación de entre 2.115 y 2.116 metros. Si el embalse llega a este punto, la hidroeléctrica Mazar, con una capacidad de 170 megavatios, dejaría de operar, como ya ocurrió en abril de 2024, cuando se programaron cortes de luz en el país.
Esta situación tendría un efecto en cadena, ya que Mazar abastece al embalse de Amaluza, que a su vez provee agua a las hidroeléctricas Paute-Molino (1.100 MW), la segunda más grande del país, y Sopladora (486 MW). En conjunto, estas tres centrales aportan 1.757 megavatios, cubriendo el 38% de la demanda eléctrica del país.
El embalse de Mazar, ubicado entre Azuay y Cañar, es el segundo más grande de Ecuador, con 31 kilómetros de extensión y una capacidad de almacenamiento de 410 millones de metros cúbicos. Sin embargo, solo 250 millones de metros cúbicos, equivalentes a unas 74.000 piscinas olímpicas, pueden utilizarse, ya que el resto del volumen es lodo y sedimentos que podrían dañar las turbinas de las hidroeléctricas.
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