La emergencia por el incendio forestal en Quito se agrava, especialmente en la avenida Simón Bolívar y Ruta Viva. Pasado el mediodía del 25 de septiembre, al menos tres bomberos resultaron asfixiados mientras luchaban contra las llamas en la zona. Byron Amaguaña, uno de los bomberos afectados, relató que “por la cantidad de viento que hay en la montaña, se provocó un remolino que prácticamente nos encerró”.
El incendio, que se originó en Guápulo, ha tenido varios focos de reactivación debido a los fuertes vientos registrados desde las 11:00, especialmente en el Cerro Auqui, uno de los puntos más críticos. En esta zona, un helicóptero de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) ha realizado descargas de 700 litros de agua para intentar controlar las llamas.
La espesa nube de humo cubre nuevamente la avenida Simón Bolívar, lo que ha obligado a la Agencia Metropolitana de Tránsito a cerrar esta vía por la falta de visibilidad. Desde la madrugada, los bomberos de Riobamba, que llegaron a colaborar, trabajan intensamente en los puntos activos.
Como medida preventiva, las escuelas y colegios de Quito seguirán con clases virtuales hasta el 27 de septiembre. En tanto, vecinos de sectores como la González Suárez continúan colaborando con donaciones de agua y ayuda a los equipos de emergencia.
El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, informó que el incendio fue provocado, y se investigan posibles indicios de materiales inflamables encontrados cerca de la iglesia de Guápulo. Las autoridades continúan monitoreando la situación y coordinando esfuerzos para evitar la propagación del fuego a otras áreas de la ciudad.
La emergencia se mantiene, y los equipos de bomberos, apoyados por la Policía y voluntarios, trabajan sin descanso para controlar el desastre que afecta a varios puntos críticos de la capital.
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