El gobierno de El Salvador ha presentado cifras que muestran una disminución histórica en la tasa de homicidios durante 2023, consolidando al país como uno de los más seguros de América Latina. Según datos oficiales, El Salvador registró 154 homicidios, lo que representa una tasa de 2,4 homicidios por cada 100.000 habitantes, la más baja en toda la región.
Cifras sin precedentes
El ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro, destacó que el promedio diario de homicidios se ha reducido a 0,4, posicionando al país como el segundo más seguro de América, solo por detrás de Canadá, cuya tasa es de 2,25 homicidios por cada 100.000 habitantes. Este logro, según Villatoro, es un hito histórico en El Salvador, país que no había registrado cifras tan bajas desde el fin de la guerra civil en 1992.
Reconocimiento de Bukele
El presidente Nayib Bukele, en su cuenta de la red social X (anteriormente Twitter), celebró estos resultados afirmando que “El Salvador es oficialmente el país más seguro de toda América Latina”. Sin embargo, Bukele también enfrentó críticas, ya que ONGs y organismos internacionales han señalado la falta de verificación independiente de los datos gubernamentales. A pesar de esto, informes de Statista posicionaron a El Salvador en 2022 como el segundo país más seguro de la región, con una tasa de 7,8 homicidios por cada 100.000 habitantes.
Éxito del Plan de Control Territorial y Estado de Excepción
La administración Bukele ha atribuido esta notable reducción de homicidios a su Plan de Control Territorial y la implementación del Estado de Excepción, políticas orientadas a combatir frontalmente la violencia de pandillas. El Plan de Control Territorial, lanzado en junio de 2019, ha sido la columna vertebral de la estrategia gubernamental para mejorar la seguridad en el país. En marzo de 2022, la medida se reforzó con el Estado de Excepción, lo que permitió una acción más enérgica contra las organizaciones criminales.
Resultados innegables, pero con controversias
Desde la llegada de Bukele al poder el 1 de junio de 2019, la reducción de homicidios ha sido un logro constante, superando récords cada año: en 2020, 2021, 2022 y finalmente en 2023. Sin embargo, opositores y funcionarios del gobierno de Estados Unidos han puesto en duda la transparencia de estos resultados. En diciembre de 2021, el Departamento del Tesoro de EE.UU. sancionó a dos miembros del gabinete de Bukele, alegando que la reducción de homicidios fue el resultado de una tregua secreta entre la administración y las pandillas.
Un país marcado por la violencia
Durante décadas, El Salvador ha sido uno de los países más violentos del mundo sin estar en guerra. Desde 1991, el país ha liderado las estadísticas de violencia, ocupando el primer lugar en la lista de las naciones más peligrosas en varios periodos. En 1994, y nuevamente en 2009 y 2015, El Salvador registró las tasas más altas de homicidios, un puesto que mantuvo hasta 2019, cuando la estrategia de seguridad del gobierno comenzó a mostrar resultados.
A finales de 2021, El Salvador finalmente salió del ranking de los 20 países más peligrosos del mundo, un logro que, aunque polémico para algunos sectores, representa un cambio significativo en la seguridad ciudadana del país.
A pesar de las críticas, el presidente Bukele sigue siendo uno de los mandatarios más populares de América Latina, impulsado por sus políticas de seguridad que han transformado la percepción del país, que ahora es visto como un ejemplo de cómo enfrentar la violencia pandillera.
Este contexto de seguridad en El Salvador sigue atrayendo la atención internacional, con sectores que alaban los logros, mientras otros exigen una mayor transparencia y supervisión independiente para garantizar la veracidad de los datos.