El gobierno venezolano, encabezado por el presidente Nicolás Maduro, ha impuesto nuevas restricciones que prohíben el retorno de migrantes venezolanos con pasaportes vencidos. A partir de esta decisión, los venezolanos que residan en el extranjero y cuenten con un documento de viaje caducado no podrán regresar a su país. Además, el gobierno ha restringido la posibilidad de renovar estos pasaportes, complicando aún más la situación de la diáspora.
El anuncio establece las siguientes normativas para los venezolanos que deseen ingresar al país:
- Los pasajeros venezolanos deben presentar su pasaporte venezolano vigente al momento del viaje.
- Si el pasaporte está vencido, se debe solicitar un “Documento de Viaje” ante el Consulado o Embajada venezolana acreditada en el exterior, y registrarlo con la aerolínea al menos 72 horas antes del embarque.
- No se permitirá el embarque de venezolanos que solo porten su cédula de identidad venezolana, aunque esta esté vigente.
- Los venezolanos con doble nacionalidad deberán presentar su pasaporte venezolano vigente. Si su pasaporte venezolano está vencido, no podrán abordar, incluso si tienen un pasaporte válido de su otra nacionalidad.
El Servicio de Migración de Venezuela ha dejado en claro que quienes no presenten un pasaporte válido no podrán entrar al país, lo que genera una barrera significativa para quienes tienen pasaportes vencidos y residen en el extranjero. Esta disposición afectará principalmente a los migrantes en América Latina, donde muchos consulados venezolanos permanecen cerrados tras las elecciones presidenciales del 28 de julio, en las que Nicolás Maduro fue declarado ganador. Sin la posibilidad de renovar sus documentos de viaje, miles de venezolanos quedan atrapados en una situación legalmente compleja y sin opciones claras para regresar a su país de origen.
Las restricciones también afectan a los venezolanos con doble nacionalidad, quienes están obligados a presentar su pasaporte venezolano en vigencia para ingresar a su propio país. El hecho de que no se permita la entrada con pasaportes de otras nacionalidades, aunque estén vigentes, limita aún más las posibilidades de retorno para este grupo.
Organizaciones No Gubernamentales (ONG) y activistas han alzado su voz ante esta medida, denunciando que constituye una violación del derecho constitucional de los venezolanos de salir y regresar a su país. “Es un acto discriminatorio e inconstitucional. El gobierno está negando a los venezolanos el derecho fundamental de regresar a su hogar, lo que viola la propia Constitución del país”, expresó un representante de una ONG que trabaja con migrantes venezolanos en Colombia.
Estas nuevas restricciones, sumadas a la crisis humanitaria que enfrenta Venezuela, complicarán aún más la repatriación de miles de migrantes que buscan regresar, especialmente aquellos en países donde las sedes consulares permanecen cerradas o donde los trámites para obtener un nuevo pasaporte son difíciles de realizar. Para muchos venezolanos, este impedimento representa una barrera insalvable para reunirse con sus familias o incluso regresar a su país en situaciones de emergencia.
La diáspora venezolana, que ya se encuentra en una situación precaria, enfrenta ahora una nueva complicación legal, que podría empeorar las condiciones de vida de quienes dependen de su capacidad de moverse entre fronteras. Organismos internacionales están siguiendo de cerca la situación, mientras se espera que se inicien nuevas gestiones diplomáticas para buscar soluciones viables para los migrantes afectados.
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