Un alarmante estudio publicado este martes en la revista BioScience advierte que 25 de las 35 “constantes vitales” del planeta están al límite debido a la crisis climática, y que la Tierra se encamina hacia un aumento de la temperatura global de 2,7 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales para finales de siglo.
El informe, titulado “Tiempos peligrosos para el planeta Tierra”, es la edición 2024 del estudio anual sobre el estado del clima, liderado por los científicos William Ripple y Christopher Wolf de la Universidad Estatal de Oregón, y financiado por la Fundación CO2 y el abogado Roger Worthington. En el documento, los investigadores describen un escenario de crisis sin precedentes, señalando que la temperatura media de la superficie terrestre alcanzó máximos históricos en 2023.
Entre los factores que agravan la situación están el crecimiento de la ganadería, con un aumento de 170.000 cabezas de ganado por año, lo que ha incrementado las emisiones de metano, y la aceleración de la acidificación de los océanos debido al récord de calor en las temperaturas marinas. Además, las masas de hielo en Groenlandia y la Antártida han alcanzado mínimos históricos, lo mismo que el grosor de los glaciares.
A pesar de este sombrío panorama, los científicos subrayan que aún existen soluciones viables para frenar la crisis climática. Entre las medidas propuestas está la implementación de un impuesto mundial al CO2, que no solo reduciría las emisiones, sino que también proporcionaría fondos para combatir el calentamiento global.
Otras soluciones incluyen aumentar la eficiencia energética, proteger y restaurar los ecosistemas, fomentar hábitos alimentarios más sostenibles centrados en alimentos de origen vegetal, y reducir la producción y el consumo en general. Además, los expertos destacan la importancia de promover una economía más sostenible y de implementar la educación ambiental a nivel global.
“El futuro de la humanidad pende de un hilo”, concluye el informe. “Solo mediante una acción decisiva podremos salvaguardar el mundo natural, evitar un profundo sufrimiento humano y garantizar que las generaciones futuras hereden el planeta habitable que merecen”.