La situación de Rosa Argudo, exsecretaria nacional del Sindicato de Trabajadores del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), ha dado un nuevo giro tras su reciente despido. Argudo, quien laboró durante 36 años en la institución y ocupaba el cargo de enfermera en el Hospital “José Carrasco” de Cuenca, ha sido objeto de una investigación que expuso graves irregularidades en su trayectoria.
El caso de Argudo, que también lideró el sindicato durante más de dos décadas, saltó a la luz pública por un misterioso aumento de su patrimonio y la presencia de varios familiares en el IESS. En respuesta a estas denuncias, una comisión parlamentaria inició una indagación, la cual determinó la existencia de nepotismo, tráfico de influencias, y venta de capacitaciones falsas para ascensos, entre otras irregularidades. Además, se descubrieron compraventas sospechosas, incluyendo un hotel en Cuenca, y la firma de convenios para evadir procesos de contratación pública.
Como resultado, Argudo fue despedida el pasado 28 de septiembre. Sin embargo, la exsecretaria ha reaccionado interponiendo una acción legal por supuesto “despido ineficaz”, señalando al representante del IESS en Azuay, Esteban Villa, y al gerente del Hospital “José Carrasco”, Fernando León, como responsables de la medida.
Aunque el recurso legal no busca la restitución de su puesto, sí podría generar una indemnización considerable para Argudo, ya que su defensa alega que no se cumplió con el “visto bueno” respectivo previo a su despido.
El desenlace de este caso podría marcar un precedente importante dentro del IESS, al tiempo que las investigaciones continúan, ahondando en las redes de corrupción que parecen rodear a la exsindicalista y su entorno familiar.
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