El pasado 19 de octubre de 2024, la Fiscalía procesó a dos mujeres en Sangolquí por el presunto alquiler de sus hijas, de entre 1 y 11 años, para ser explotadas laboralmente. Las menores eran entregadas a vecinos para que las utilizaran en la venta de dulces y en la mendicidad frente a un centro comercial. Las madres justificaron esta práctica alegando la falta de empleo estable, a cambio de cinco dólares diarios.
El caso se reveló cuando el llanto desesperado de una bebé de un año, en brazos de uno de los vecinos, llamó la atención de una patrulla policial que rondaba la zona. Al intervenir, los agentes descubrieron a otro hombre, apodado “Gocho”, que intentaba huir con otras tres niñas. Tras una persecución, los policías lograron llegar hasta una vivienda, donde encontraron a las madres de las menores, quienes admitieron que alquilaban a sus hijas para generar ingresos.
Los cuatro involucrados fueron arrestados y enfrentan cargos por trata de personas con fines de explotación laboral. La Fiscalía ha avanzado en el proceso judicial, mientras las niñas fueron rescatadas y trasladadas a casas de acogida en Quito para recibir atención y protección. Las autoridades notificaron a la Embajada de Venezuela, ya que tanto las madres como los vecinos involucrados son de nacionalidad venezolana.
Este caso ha causado conmoción en la comunidad y ha puesto en evidencia las graves condiciones de vulnerabilidad que afectan a muchas familias migrantes en Ecuador. Las autoridades han hecho un llamado a la población para que denuncie cualquier forma de explotación laboral o abuso de menores.