En una jornada polémica del juicio por el caso Independencia Judicial, Wilman Terán, expresidente del Consejo de la Judicatura y apodado “El Diablo”, no se guardó nada. Durante su testimonio, aseguró haber sido víctima de persecución política por parte del correísmo y dejó a todos boquiabiertos al mencionar que sus chats con la fiscal general Diana Salazar eran conocidos incluso antes por “el Cartel de Carondelet”.
El juicio, que investiga una presunta obstrucción a la justicia, se desarrolla en la Corte Nacional de Justicia (CNJ). Según la Fiscalía, Terán, junto con la exvocal Ruth Barreno, habría manipulado influencias para destituir al juez Walter Macías en el caso Vocales, relacionado con tráfico de influencias.
En su intervención, Terán rechazó las acusaciones, afirmando que la Fiscalía no ha podido probar su teoría del caso pese a las 22 declaraciones y 40 pruebas documentales presentadas en su contra. “La persecución correísta no me detendrá”, afirmó, señalando que todo su trabajo fue espiado por altas esferas del poder político.
Entre las revelaciones más llamativas, Terán mencionó que la fiscal Diana Salazar conocía el contenido de ciertas investigaciones “antes que yo mismo”, según sus propios chats. Pese a la gravedad de las acusaciones, ni la Fiscalía ni las demás partes del caso realizaron preguntas durante el contra interrogatorio.
El expresidente de la Judicatura había anunciado previamente que presentaría como testigos al exasambleísta correísta Ronny Aleaga, prófugo por el caso Metástasis, y a los jueces Mercedes Caicedo y Lauro De la Cadena. Sin embargo, finalmente renunció a estas pruebas.
La declaración de Terán, salpicada de acusaciones y señalamientos, dejó un ambiente tenso en la sala y un mar de dudas en la opinión pública. Mientras tanto, el juicio continúa, con un “Diablo” que, al parecer, no teme al fuego de la justicia.
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