El pasado 2 de abril de 2024, la fiscal Diana Salazar reveló ante las autoridades cómo descubrió que Colón Pico, un miembro buscado de Los Lobos en Quito, fue el responsable de las amenazas de muerte dirigidas hacia ella y su hija. Desde enero de 2024, se desconoce el paradero de Fabricio Colón Pico, a pesar de los informes de sus familiares sobre su supuesta muerte.
Diana Salazar, conocida por su firmeza en el ejercicio de la justicia, expuso que Colón Pico, alias “El Salvaje”, tenía un historial delictivo que incluía cargos por secuestro y intimidación. Durante su testimonio anticipado el 2 de abril de 2024, Salazar detalló cómo llegó a la conclusión de que Colón Pico estaba detrás de las amenazas dirigidas hacia ella y su familia.
Las amenazas comenzaron a manifestarse con mayor fuerza desde el 1 de junio de 2023, cuando Salazar recibió un inquietante video por WhatsApp de un número desconocido. En el video, individuos encapuchados portando armas la amenazaban de muerte, incluyendo una amenaza dirigida específicamente hacia su hija de nueve años. Este incidente llevó a que tanto Salazar como su hija tuvieran que adoptar medidas de seguridad extrema, incluyendo el uso constante de chalecos antibalas, cascos y escolta policial.
Tras la denuncia de Salazar, el personal de inteligencia llevó a cabo una investigación que identificó a Colón Pico como el autor de las amenazas. Pericias técnicas confirmaron que la voz en el video correspondía a la del prófugo miembro de Los Lobos.
Diana Salazar, de 42 años, se ha convertido en uno de los blancos más prominentes de amenazas de asesinato en Ecuador debido a su posición como fiscal general del Estado. Su lucha contra la corrupción y su papel en casos de alto perfil, como el de Rafael Correa y Jorge Glas, la han expuesto a un alto riesgo. Desde entonces, ha tenido que adoptar medidas de seguridad rigurosas, incluyendo la presencia constante de personal de seguridad armado y chalecos antibalas.
Aunque su periodo como fiscal está a punto de finalizar, Diana Salazar continúa enfrentando amenazas constantes, lo que ha alterado significativamente su estilo de vida y sus rutinas diarias. A pesar de las medidas de seguridad, el peligro persiste, como lo señalan expertos en seguridad y figuras cercanas a Salazar.
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