Las autoridades brasileñas confirmaron el domingo 5 de mayo que las lluvias y desbordamientos de ríos en el sur del país han dejado 79 fallecidos y 105 desaparecidos.
En Porto Alegre, ciudad con 1,3 millones de habitantes, el 70 % carece de suministro de agua debido a las intensas lluvias, dejándola casi completamente inundada según reportes del Ayuntamiento.
Siete fallecimientos en zonas afectadas podrían sumarse a la lista de víctimas, mientras las autoridades investigan su relación con las precipitaciones, informó Defensa Civil.
Rio Grande do Sul, limítrofe con Uruguay y Argentina, es el estado más afectado con 55 muertos confirmados, mientras que en Santa Catarina se registra una víctima.
En Rio Grande do Sul, 82,566 personas han abandonado sus hogares, 13,324 permanecen en albergues públicos. El gobernador Eduardo Leite anticipó dificultades prolongadas y la necesidad de ayuda económica para la recuperación, llamando a un “plan Marshall”.
El ministro de Comunicación Social, Paulo Pimenta, destacó la importancia del domingo para los rescates y la evaluación de la crisis, desencadenada por lluvias inusuales que elevaron el nivel de los ríos.
Las áreas más afectadas incluyen Canoas, Eldorado y la región metropolitana de Porto Alegre, donde el río Guaíba alcanzó niveles históricos. La ciudad, aislada por tierra y aire, suspendió las operaciones en su aeropuerto internacional.
Las inundaciones en la capital regional se han contenido en parte gracias al cierre de compuertas en la zona portuaria, activadas en raras ocasiones de crecidas del Guaíba.
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