La tarde del lunes 10 de junio de 2024, tres presuntos sicarios fueron detenidos en Quito tras una intensa persecución. Según Francisco Hernández, jefe subrogante del Distrito de la Policía Manuela Sáenz, la alerta ciudadana sobre sujetos armados en el mercado de San Roque, en el centro de la ciudad, fue crucial para la operación.
Entrevistado por el canal TVC, Hernández indicó que los sospechosos “querían atentar contra la integridad de una persona, es decir, cometer un posible acto de sicariato”. Los policías actuaron de inmediato, logrando la captura de un primer sospechoso, a quien se le encontró una pistola.
La persecución continuó y dos antisociales más fueron detenidos mientras intentaban huir. Imágenes compartidas por la Policía muestran a los sospechosos siendo perseguidos por patrulleros y agentes en motocicletas en sectores como el Playón de La Marín.
Sin embargo, otros dos sujetos que acompañaban a los detenidos lograron escapar. Entre las evidencias recabadas se encontraron:
- Un arma de fuego
- Una alimentadora
- Cinco municiones
- Un celular
- Cadenas, aretes y anillos
Ataque Armado en Hospital
Horas antes del suceso en San Roque, una balacera tuvo lugar en los exteriores del Hospital Pablo Arturo Suárez, en el norte de Quito. Hombres armados abrieron fuego contra una ambulancia del SNAI que trasladaba a tres internos desde la cárcel de El Inca a la casa de salud. Como resultado, una guía penitenciaria y una funcionaria del SNAI resultaron heridas, y en medio del caos, un preso escapó.
El reo fugado, identificado como Jairo Fernando Zambrano, tiene procesos abiertos por narcotráfico, robo, delincuencia organizada y homicidio.
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