Secuestros, extorsiones y muertes violentas son una constante en los 13 cantones de Los Ríos. Las Fuerzas Especiales del Ejército buscan contener el problema.
Militares revisan vehículos en la calle principal de Mocache, cantón de Los Ríos, el 19 de junio de 2024.
En el sector de San Fernando, a cinco minutos del Anillo Vial Quevedo, en Los Ríos, se encuentra una casa abandonada. Este inmueble de dos pisos, sin ventanas y con paredes desgastadas, está rodeado de vegetación. Su interior oscuro y húmedo, habitado únicamente por murciélagos, ha sido escenario de terror.
La mañana del 19 de junio de 2024, comandos de las Fuerzas Especiales del Ejército descubrieron esta casa durante un operativo antidelincuencial. Inteligencia Militar había informado que estas construcciones son utilizadas por bandas narcodelictivas para esconder a sus secuestrados. Un empresario local relató cómo fue plagiado en el Anillo Vial Quevedo y llevado a una casa similar. Su liberación se logró tras pagar USD 10.000.
Durante el operativo, los militares encontraron la casa descrita por el empresario: oscura, húmeda y custodiada por dos hombres. Aunque la construcción estaba vacía, los militares hallaron evidencia de que había sido utilizada para actividades ilícitas.
Entre enero y mayo de 2024, 100 personas fueron liberadas de secuestros en Los Ríos. Gran parte de estos delitos ocurren en la red vial de la provincia, especialmente en el Anillo Vial que conecta Quevedo con el resto de los cantones y otras provincias. Esta vía de cuatro carriles, con escasa iluminación y sin señal de telefonía, es un punto crítico para la actividad criminal.
Las bandas narcodelictivas utilizan casas en recintos rurales para esconder a sus secuestrados. Los caminos de segundo y tercer orden, que parecen un laberinto, dificultan la presencia y acción permanente de las fuerzas de seguridad.
Los criminales han desarrollado una red de “radares humanos” en las esquinas y paradas de buses. Estas personas alertan a los cabecillas sobre la presencia militar. Pese a los constantes operativos, encontrar a los delincuentes sigue siendo un desafío.
PRIMICIAS acompañó a las Fuerzas Especiales del Ejército en un recorrido por Buena Fe, Quevedo, Mocache, Quinsaloma, Palenque y Valencia. Los militares revisaron casas, billares, tiendas, restaurantes, vehículos y peatones, pero la presencia de informantes dificulta las detenciones.
En el primer cuatrimestre de 2024, las muertes violentas en Los Ríos aumentaron significativamente. Pese a que el presidente Daniel Noboa decretó un conflicto armado interno, las cifras de asesinatos siguen en alza en Los Ríos y Manabí. Babahoyo, Buena Fe y Quevedo están entre los 10 cantones con más asesinatos en el país.
El comandante de las Fuerzas Armadas en Los Ríos, Edison Achig, explicó que la presión ejercida en otras provincias obligó a los grupos delictivos a trasladarse a Los Ríos. Bandas como Los Choneros y Los Lobos, junto con sus aliados, operan en la provincia, dejando un rastro de violencia.
Históricamente, Los Ríos ha sido un blanco para la delincuencia debido a sus recursos naturales y su ubicación estratégica. La contaminación de contenedores de banano destinados a la exportación es una actividad frecuente de las bandas. Ante esta situación, las Fuerzas Armadas descentralizaron sus operaciones, estableciendo presencia militar permanente en todos los cantones desde el 11 de junio de 2024.
La situación en Los Ríos sigue siendo crítica. La combinación de secuestros, extorsiones y muertes violentas ha convertido a esta provincia en una de las más peligrosas de Ecuador. Las Fuerzas Especiales del Ejército y la Policía Nacional trabajan arduamente para contener la violencia y restablecer la seguridad en la región.
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