En el cierre de la primera fecha de la Copa América, el partido entre Costa Rica y Brasil marcó un hito inédito en el fútbol con la presentación de la primera tarjeta rosa en la historia del deporte. Durante el encuentro, que terminó en un empate 0-0, el entrenador de Costa Rica, Gustavo Alfaro, solicitó el uso de esta nueva herramienta tras un golpe en la cabeza de uno de sus jugadores, permitiendo un cambio adicional sin afectar las ventanas de sustitución.
La tarjeta rosa, recientemente autorizada por la Conmebol, se implementa como parte de un protocolo de seguridad para casos de conmociones cerebrales o traumatismos craneoencefálicos. Con esta medida, los equipos pueden realizar un cambio extra en caso de lesiones en la cabeza, sin comprometer las sustituciones reglamentarias.
Aunque el partido en sí resultó en una actuación poco destacada de Brasil y una estrategia defensiva de Costa Rica, la introducción de la tarjeta rosa destacó como un avance significativo en la protección de los jugadores.
En el grupo de Brasil y Costa Rica, el empate dejó a ambos equipos en el segundo y tercer lugar, respectivamente, detrás de Colombia, que lidera el grupo tras vencer a Paraguay, que se encuentra en la última posición.
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