Ubicado al norte de Chile, el desierto de Atacama, considerado el más árido del mundo, vive un fenómeno natural impresionante: la aparición de millones de flores que cubren su superficie. Aunque este fenómeno, conocido como el “desierto florido”, suele ocurrir cada dos años entre septiembre y noviembre, en 2024 se ha adelantado, aparentemente debido a lluvias inusuales relacionadas con el Fenómeno de El Niño.
Durante la temporada de lluvias, las semillas y bulbos que sobreviven a climas extremos brotan, cubriendo la arena del desierto con flores de tonos morados y blancos. Según la Pontificia Universidad Católica de Chile, en los últimos 40 años se han producido 15 eventos de este tipo.
César Pizarro, encargado de la biodiversidad en la Corporación Nacional Forestal (Conaf), comentó a la agencia Reuters que, aunque las floraciones actuales aún no son lo “suficientemente extensas para ser consideradas parte del desierto florido”, se esperan más lluvias que podrían extender la floración a un área más grande.
En 2022, el presidente chileno Gabriel Boric reconoció la “deuda con la protección del Desierto Florido, y en particular con la protección de Atacama”. En 2023, Chile celebró la creación oficial del Parque Nacional Desierto Florido, con el objetivo de proteger la biodiversidad del lugar y el fenómeno de la floración del desierto.
Este afán por generar conciencia ha desatado incluso polémicas virales. El 7 de julio de 2024, una mujer fue filmada pisando las flores, una acción prohibida en el área protegida. El video se hizo viral en redes sociales, especialmente porque al ser confrontada, la mujer respondió que no le importaba.
El adelanto de la floración del desierto de Atacama en 2024 es un recordatorio de la delicada interacción entre los fenómenos naturales y la biodiversidad. La protección del desierto y su floración es vital para preservar este espectáculo natural único en el mundo.
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