Los expresidentes Guillermo Lasso y Rafael Correa volvieron a enfrentarse públicamente, esta vez a través de la red social X (anteriormente Twitter), en un intercambio de acusaciones que ha captado la atención de la opinión pública. El enfrentamiento se intensificó cuando Lasso criticó la creciente influencia del crimen organizado en la política ecuatoriana, un fenómeno que, según él, tiene raíces en las últimas décadas y que está estrechamente ligado a la corrupción y la violencia en el país.
En su mensaje, Lasso subrayó la urgencia de un acuerdo nacional para combatir estos desafíos y mencionó al fallecido Fernando Villavicencio, ex candidato presidencial, como alguien que comprendía la importancia de esclarecer el asesinato de líderes políticos. Lasso insinuó que la corrupción y el control del Estado por parte del crimen organizado son problemas que vienen desde antes de su administración.
Rafael Correa no tardó en responder, calificando las declaraciones de Lasso como un insulto a la inteligencia de los ecuatorianos. Correa sugirió que el país ha sufrido años de malos manejos, insinuando que la gestión de Lasso es parte del problema, no de la solución.
El intercambio continuó con un desafiante mensaje de Lasso, quien retó a Correa a debatir en Ecuador, destacando que él, a diferencia de Correa, puede hacerlo libremente. Con ironía, Lasso concluyó que la diferencia entre ambos es evidente incluso para aquellos que “estudian para tontos”, haciendo referencia a la condición de prófugo de Correa, quien reside fuera del país tras ser condenado por corrupción.
Este cruce de palabras entre los dos expresidentes evidencia las profundas divisiones políticas en Ecuador, con ambos líderes utilizando las redes sociales como campo de batalla para mantener su influencia y movilizar a sus seguidores. Mientras Lasso busca posicionarse como un defensor de la legalidad y la lucha contra el crimen, Correa sigue denunciando lo que considera una persecución política en su contra.
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