Thanat Thangtewanon, un tailandés de 35 años, vivió una experiencia aterradora cuando se sentó en el inodoro de su casa y sintió un dolor intenso en sus partes íntimas. Al revisar lo que había causado el dolor, descubrió que una enorme pitón de tres metros había mordido sus testículos.
En medio del pánico, Thanat logró reaccionar y, utilizando una escobilla de inodoro, golpeó al reptil hasta matarlo. Tras el incidente, se dirigió a un hospital para recibir atención médica. Allí, le informaron que las heridas no eran graves y que su recuperación tomaría unas pocas semanas.
Aunque las pitones no tienen veneno en sus colmillos como otras serpientes, pueden morder y causar lesiones. Estas serpientes, en lugar de usar veneno, matan a sus presas por constricción.
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