El alcalde de Cuenca, Cristian Zamora, ha alertado a la población sobre la inminente posibilidad de racionamientos de agua potable en la ciudad, advirtiendo que estos podrían extenderse entre seis y ocho horas diarias. La situación crítica se debe a la severa sequía que afecta a la región, con el río Tomebamba, principal fuente de agua para la capital azuaya, registrando niveles históricamente bajos.
Este 2 de septiembre, se cumplen 52 días de sequía hidrológica en el Tomebamba, cuyo caudal ha caído a 0,73 metros cúbicos por segundo, muy por debajo de su promedio normal de cinco metros cúbicos por segundo. La falta de lluvias ha reducido considerablemente el volumen de agua disponible para abastecer a las plantas de potabilización de la Empresa de Telecomunicaciones y Agua Potable (ETAPA), lo que ha llevado a la ciudad a una situación sin precedentes.
En la noche del 1 de septiembre, el alcalde Zamora compartió un video en sus redes sociales, donde expresó que la situación “es crítica” y que Cuenca está “al borde de racionamientos de agua”. Aunque estaba previsto anunciar cortes de agua este lunes, las lluvias inesperadas de las últimas horas han dado un respiro temporal de cinco o seis días más, según informó Zamora en una rueda de prensa.
“Las lluvias de hoy nos permiten cinco o seis días más de agua”, explicó el alcalde, pero insistió en que el riesgo de cortes sigue siendo alto. “Podemos llegar a racionamientos de entre seis y ocho horas diarias por subsectores”, agregó, subrayando la gravedad de la situación.
Zamora hizo un llamado a la población para reducir el consumo de agua y evitar el desperdicio, con el objetivo de disminuir en un 20% el uso del recurso. El alcalde también destacó que, a pesar de que el año pasado la sequía se extendió por más de 100 días, en ese entonces todavía había suficiente agua para abastecer a las plantas potabilizadoras de la ciudad, lo que no es el caso este año.
Cuenca enfrenta por segundo año consecutivo un estiaje severo, con un 2024 particularmente seco. Los meses que usualmente son lluviosos, de febrero a mayo, registraron pocas precipitaciones, y desde julio, los caudales de los ríos de la región, especialmente el Tomebamba, han disminuido significativamente. Los otros tres ríos de la ciudad, Yanuncay, Tarqui y Machángara, también se encuentran en niveles bajos, con caudales por debajo de los dos metros cúbicos por segundo.
Ante este panorama, las autoridades municipales han enfatizado la necesidad de tomar medidas urgentes para conservar el agua y preparar a la población para posibles racionamientos, que podrían ser inevitables si las condiciones no mejoran.
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