La académica y especialista en seguridad, Lorena Piedra, conversó en exclusiva con La Hora sobre la situación crítica en los centros penitenciarios del Ecuador y el rol que desempeñan las Fuerzas Armadas (FF.AA.) en dichos centros. Piedra destacó que, aunque la presencia de las FF.AA. ha contribuido a controlar la inseguridad, se comienza a notar el costo elevado de esta intervención, con señales de contaminación de algunos miembros de las fuerzas de seguridad del Estado.
Piedra fue enfática al señalar que la participación de las FF.AA. en estos escenarios debe ser “excepcional” y no convertirse en parte de sus funciones cotidianas. Según la académica, esta intervención tiene serias consecuencias y debe manejarse bajo un enfoque de excepcionalidad, sin normalizarse como una práctica común.
En sus declaraciones, Piedra afirmó: “El riesgo de contaminación dentro de los centros de privación de libertad aumenta exponencialmente, especialmente cuando las Fuerzas Armadas se ven involucradas en situaciones vinculadas a la delincuencia organizada. Esto es parte de los costos que implica la transacción de seguridad en estos espacios.”
La experta hizo un llamado a las autoridades civiles para que evalúen cuidadosamente las implicaciones de sus decisiones y los riesgos asociados a la prolongada exposición de las FF.AA. en un entorno tan vulnerable como el de los centros penitenciarios. Recordó que las Fuerzas Armadas son una institución obediente, pero no deliberante, y que mantenerlas en estas funciones sin la debida formación es una decisión riesgosa.
Finalmente, Piedra advirtió que la política del actual gobierno, presidido por Daniel Noboa, de mantener a las FF.AA. en los centros de detención por más de cinco o seis meses, sin la preparación adecuada y de manera improvisada, constituye una “negligencia” que podría generar consecuencias graves tanto para la institución como para la seguridad del país.
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