En solo dos minutos y 15 segundos, el Metro de Quito sufrió su segundo acto de vandalismo en menos de tres meses.
El incidente ocurrió la noche del 15 de septiembre de 2024, cuando dos hombres grafitearon el tren número 6 tras burlar su sistema de seguridad.
Ramón Bedoya, gerente del Puesto de Control Central, explicó que el vandalismo se produjo a las 21:07, entre las estaciones Iñaquito y Carolina.
Simultáneamente, las cámaras internas del Metro registraron a otras personas que dejaron una maleta en la estación Quitumbe.
“Creemos que la maleta fue un distractor para que nos enfocáramos en ese objeto”, señaló Bedoya.
Añadió que esta táctica probablemente fue utilizada por los grafiteros para eludir la seguridad del tren y llevar a cabo el acto de vandalismo.
“Aún estamos recopilando información de la ‘caja negra’ del tren para entender cómo lo detuvieron, pero parecen ser personas que conocen bien el sistema”, informó Bedoya.
El vocero también sospecha que los responsables podrían estar vinculados con los que vandalizaron otro tren en junio de 2024.
Estas sospechas se fortalecen por el hecho de que, en ambos casos, los grafiteros ingresaron con capuchas y usaron las salidas de emergencia en el túnel para escapar.
Bedoya comentó que estos actos vandálicos podrían formar parte de un reto global, conocido como ‘challenge’, que realizan pandillas urbanas en todo el mundo. “Trenes en Barcelona y Medellín también han sido blanco de vandalismo por diversos grupos dedicados a esta actividad”, afirmó.
Tras el vandalismo de junio, el Metro implementó medidas adicionales, como la presencia aleatoria de agentes encubiertos en los trenes y un nuevo sistema de alarma. “Estas medidas impidieron que completaran el grafiti”, destacó.
A pesar de las nuevas medidas, no se han realizado detenciones hasta el momento, aunque las autoridades han presentado una denuncia por vandalismo en la Fiscalía.
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