Las lluvias registradas en los últimos días de septiembre de 2024 han elevado el nivel de la represa Mazar, en la provincia de Azuay, en aproximadamente un metro y medio. A las 10:00 del 30 de septiembre, el embalse alcanzó una cota de 2.117,92 metros sobre el nivel del mar, lo que representa un incremento significativo respecto al 26 de septiembre, cuando se encontraba en 2.116,2 metros.
A pesar de este aumento, los ríos que alimentan el embalse, los cuales representan cerca del 50% del caudal, aún presentan niveles bajos, con la excepción del río Tomebamba, cuyo caudal se mantiene en 3,30 metros cúbicos por segundo, considerado dentro de parámetros normales. Rigoberto Guerrero, responsable de la Red Hidrometeorológica de Etapa, destacó que el Tomebamba registró precipitaciones superiores a los 10 milímetros en su área de recarga hídrica.
Sequía continúa afectando a las hidroeléctricas
A pesar de estas lluvias, Guerrero advirtió que, debido a la sequía prolongada, serían necesarios entre 10 y 15 días de precipitaciones continuas, con niveles superiores a los 10 milímetros diarios, para restablecer completamente los caudales de los ríos que abastecen el río Paute, donde operan las principales hidroeléctricas del país: Mazar, Paute-Molino y Sopladora.
Las condiciones secas han impedido que las hidroeléctricas funcionen con normalidad, obligando al Gobierno a implementar apagones programados a nivel nacional. La capital, Quito, soportó desconexiones de hasta 11 horas el pasado 23 de septiembre.
Reducción de cortes programados
Sin embargo, el Gobierno anunció el 1 de octubre una reducción de los cortes de energía, gracias a una leve mejora en las condiciones hidrológicas y a la gestión energética realizada. Esta medida entrará en vigencia a partir del 4 de octubre y se extenderá hasta el 20 de octubre, priorizando los horarios de mayor actividad y movimiento en el país.
Para muchos ciudadanos y empresarios, esta reducción es un alivio. “Es positivo que se reduzcan los cortes, de alguna manera podemos retomar nuestras vidas y negocios, pero Ecuador sigue necesitando seguridad energética”, comentó Díaz-Granados, un empresario local afectado por los apagones.
Aunque la situación muestra señales de mejora, expertos y autoridades coinciden en que es crucial seguir gestionando los recursos hídricos de manera eficiente para garantizar la estabilidad del suministro eléctrico a largo plazo.
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