En un giro inesperado, Marlene Engelhorn, una activista austroalemana de 31 años, ha decidido donar la mayor parte de su herencia millonaria. La cifra asciende a 25 millones de euros, un legado que recibió tras la muerte de Friedrich Engelhorn, fundador de la gigante química y farmacéutica alemana BASF. Engelhorn ha sorprendido a Europa al anunciar que repartirá el 90% de esta suma a través de una organización que ella misma ha creado: el “Buen Consejo para la Redistribución”.
Una activista que promueve la equidad económica
Engelhorn, quien reside en Austria, país donde no se cobra impuesto sobre las herencias, decidió que no quería beneficiarse exclusivamente de su fortuna. En lugar de disfrutarla en su totalidad, formó un colectivo de 50 personas para planificar la redistribución de los fondos. “Si los políticos no hacen su trabajo y no redistribuyen la riqueza, entonces lo haré yo misma”, declaró la activista, refiriéndose a su intención de combatir la desigualdad económica.
La organización que ha creado no solo busca repartir el dinero, sino también fomentar un cambio de conciencia sobre la concentración de la riqueza en manos de unos pocos. Este grupo incluso realizó una manifestación en Davos, Suiza, durante el Foro Económico Mundial, exigiendo una mayor regulación y control sobre las grandes fortunas.
Redistribución equitativa y convocatoria abierta
Engelhorn ha lanzado una convocatoria en Austria, donde alrededor de 10.000 personas fueron invitadas a participar en la repartición de la herencia. Sin embargo, solo 50 serán seleccionadas para recibir parte de los fondos. Las personas elegidas podrán beneficiarse de un apoyo financiero para cubrir costos como el cuidado de sus hijos, además de recibir pagos de hasta 1.300 dólares por asistir a reuniones del colectivo, que fomenta el debate sobre la redistribución de la riqueza.
La heredera ha dejado claro que no participará directamente en la selección de los beneficiarios, y que todas las decisiones importantes serán consultadas con los miembros de su organización, en un esfuerzo por promover la transparencia y el consenso.
Una tendencia global: los ricos redistribuyendo su fortuna
El caso de Marlene Engelhorn no es único. En los últimos años, ha habido un crecimiento en el número de personas acaudaladas que deciden donar parte o la totalidad de sus fortunas. Un ejemplo reciente es el de un empresario vinculado a la casa Hermès, quien donó su herencia a su jardinero y expresó un deseo similar de retribuir a la sociedad.
A nivel global, la riqueza se ha concentrado en manos de un pequeño porcentaje de la población. Según un informe reciente de The World Ranking, en 2023 el 1% más rico del mundo superó por primera vez los 56 millones de personas. Países como Suiza, Hong Kong y Kuwait encabezan las listas de mayor proporción de millonarios, con más del 15% de su población adulta perteneciendo a este exclusivo grupo.
Mientras el mundo enfrenta desafíos de desigualdad económica, iniciativas como la de Engelhorn abren el debate sobre el papel de los más ricos en la redistribución de la riqueza y el apoyo a las comunidades más necesitadas.
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