A inicios de octubre de 2024, fuertes lluvias en el desierto del Sahara, uno de los lugares más áridos y extensos del mundo, provocaron la formación de pequeños lagos, un fenómeno que no se había visto en décadas. Según Houssine Youabeb, funcionario de la agencia meteorológica de Marruecos, “han pasado entre 30 y 50 años desde que llovió tanto en tan poco tiempo”.
El pueblo de Tagounite, ubicado a 450 kilómetros al sur de la capital marroquí, Rabat, fue uno de los más afectados, registrando más de 100 milímetros de lluvia en apenas 24 horas. Este inusual evento generó lagos temporales en una zona caracterizada por su extrema sequedad.
Los científicos señalan que este tipo de fenómenos meteorológicos extremos podrían volverse más frecuentes debido al calentamiento global. A medida que el clima global cambia, eventos como las intensas lluvias en el Sahara podrían ocurrir nuevamente, lo que sería una muestra más de los impactos del cambio climático en diversas regiones del planeta.
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