El bus de Barcelona SC fue objeto de un ataque mientras se dirigía al estadio George Capwell para participar en una nueva edición del Clásico del Astillero. Los vidrios del vehículo fueron rotos durante el lamentable suceso, aunque afortunadamente no se reportan personas heridas hasta el momento.
El incidente, que tuvo lugar durante el traslado del equipo canario al estadio, se hizo viral en las redes sociales a través de imágenes que mostraban el bus con cristales destrozados a su llegada al escenario deportivo.
Para garantizar la seguridad durante este crucial encuentro, el presidente de la Liga Pro, Miguel Ángel Loor, previamente había anunciado un despliegue significativo de fuerzas de seguridad. Un contingente compuesto por 400 miembros de la Policía Nacional, la Unidad de Mantenimiento de Orden, la Agencia de Tránsito y Movilidad, Fiscalía y seguridad privada, estaba destinado a resguardar tanto a los asistentes como a los jugadores de ambos equipos.
Lamentablemente, tras el ataque al bus, la noche del sábado de noviembre se vio empañada por una tragedia en los alrededores del estadio George Capwell. Varios hinchas del equipo local fueron víctimas de un violento incidente que resultó en dos personas fallecidas y varias más heridas. Este trágico episodio ha generado conmoción y ha llevado a reflexionar sobre la seguridad en eventos deportivos, subrayando la importancia de garantizar un entorno seguro para los aficionados y los equipos por igual.
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