El presidente Daniel Noboa ha oficializado a través del Decreto Ejecutivo 98 la decisión de mantener el Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) en un 3.5%, desestimando así la reducción al 2% programada por el exmandatario Guillermo Lasso para el año 2024. Esta medida, que entrará en vigencia a partir del 1 de enero, marca un cambio significativo en la política tributaria del país.
El ISD, un tributo aplicado a transacciones financieras en el extranjero, incluyendo el uso de tarjetas de crédito y débito fuera del país, pagos a empresas internacionales por bienes o servicios, transferencias bancarias y envíos de dinero por courier, ha sido motivo de debate por su impacto en la economía nacional.
La recaudación proyectada por el ISD en 2023 asciende a alrededor de 900 millones de dólares. Con la reducción al 2%, esta cifra se habría disminuido a 450 millones de dólares. Sin embargo, la decisión de mantener el impuesto en un 3.5% asegura una recaudación estimada de 750 millones de dólares para el 2024, según lo afirmado por el presidente.
Una razón adicional para la decisión de Noboa es el precedente legal: en enero de 2022, la Corte Constitucional declaró que la Ley de Fomento Ambiental, que incrementaba el ISD del 2% al 5%, no cumplía con la Carta Magna. Esto implica que el impuesto solo podrá estar vigente hasta diciembre de 2024, siendo un factor determinante en la decisión presidencial de mantenerlo en el 3.5%.
Con esta medida, el Gobierno busca mantener una recaudación fiscal que garantice ingresos significativos para las arcas estatales sin desestabilizar el flujo de transacciones económicas internacionales, estableciendo un equilibrio entre los intereses económicos y las limitaciones legales impuestas por la Corte Constitucional.
Comments are closed