Cuando en marzo de 2023 la temperatura media de la superficie del océano marcó un nuevo récord, la comunidad científica recibió una señal de alarma, aunque pocos expertos anticiparon que las temperaturas continuarían aumentando. Durante los últimos 12 meses, la temperatura promedio del mar ha establecido un nuevo récord diario cada día, superando incluso las marcas del año anterior.
A corto plazo, uno de los efectos más visibles ha sido el blanqueamiento de los corales, causado por la pérdida de algas fotosintéticas que sustentan los arrecifes. Tanto la Gran Barrera de Coral de Australia como los corales de los Cayos de Florida han sufrido eventos de blanqueamiento dañinos.
Las temperaturas medias globales de la superficie del mar desde marzo de 2023 hasta marzo de 2024 han superado continuamente los récords diarios, estableciendo nuevos máximos históricos en múltiples ocasiones.
A pesar de que la temperatura de la superficie del océano sigue en aumento, los científicos del clima no tienen una explicación definitiva. Aunque el cambio climático es una explicación plausible, el ritmo acelerado supera las predicciones de los modelos climáticos. Aunque El Niño ha sido un factor importante en el pasado, su influencia actual está disminuyendo, mientras que las temperaturas continúan ascendiendo.
Una posible explicación podría ser la reducción de la contaminación atmosférica. Las regulaciones como la IMO2020 han llevado a una disminución en las emisiones de óxidos de azufre de los buques, lo que resulta en una menor obstrucción de la luz solar sobre los océanos. Asimismo, la reducción en la intensidad de las tormentas de polvo saharianas podría estar permitiendo una mayor penetración de la luz solar, contribuyendo al calentamiento del océano.
Según Rob Larter, del British Antarctic Survey, la comunidad científica aún no cuenta con una explicación satisfactoria para este fenómeno. La rapidez con la que las temperaturas han aumentado es sorprendente y va más allá de las expectativas.
Los científicos marinos advierten que el calor continuará aumentando en 2024, lo que podría tener consecuencias significativas para la temporada de huracanes. El calor alimenta las tormentas tropicales, y combinado con un patrón meteorológico de La Niña, podría provocar una temporada de huracanes excepcionalmente activa, según la meteoróloga Stephanie Abrams, de The Weather Channel.
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