Según un informe policial, el fiscal Cristian M. fue interceptado mientras regresaba a su casa después de dejar a su hija en la escuela. Los atacantes, que intentaron secuestrarlo, le dispararon con un arma traumática, causándole heridas en el hombro y la pantorrilla. Vecinos del lugar intervinieron, impidiendo el secuestro. El fiscal fue trasladado a un centro de salud, donde se encuentra estable.

La Fiscalía General del Estado anunció que se están llevando a cabo las primeras diligencias investigativas para determinar las responsabilidades en este atentado contra un fiscal de Quevedo.

El Subcomandante del Distrito Manuela Sáenz, Juan Mauricio Chacón, proporcionó detalles cruciales de este angustiante incidente a Radio Vigía FM. Según las primeras investigaciones, la víctima recibió una llamada telefónica de los delincuentes, quienes se hicieron pasar por prestamistas dispuestos a otorgar grandes sumas de dinero, superiores a los USD 100,000. La única condición impuesta era que viajara a Quito con una cantidad específica de dinero como garantía.

Infortunadamente, cuando el individuo llegó a la capital, fue interceptado por los estafadores, quienes lo llevaron a una zona conocida como la Loma de Puengasí y lo sometieron a un secuestro, inmovilizándolo con ataduras. Los hechos ocurrieron el 20 de septiembre y la víctima fue retenida en una casa abandonada durante este tiempo.

La pesadilla no terminó ahí, ya que los delincuentes se pusieron en contacto con la familia del hombre secuestrado y, bajo amenazas de violencia, exigieron un rescate de USD 10,000 a cambio de su liberación. Los familiares de la víctima no dudaron en denunciar el incidente a las autoridades, lo que desencadenó una rápida respuesta de la Policía.

Las fuerzas de seguridad llevaron a cabo un operativo en la Loma de Puengasí, allanando varias residencias, lo que finalmente condujo al hallazgo y rescate del hombre secuestrado. Sin embargo, cuando los delincuentes se dieron cuenta de la presencia policial, intentaron huir en un taxi, desencadenando una persecución frenética.

La valiente actuación de los uniformados permitió interceptar el vehículo de escape. En el enfrentamiento que siguió, uno de los delincuentes salió del taxi armado, amenazando a los agentes. En respuesta, un servidor policial utilizó la fuerza legítima para neutralizar al agresor, hiriéndolo en el abdomen sin comprometer ningún órgano vital. El individuo herido fue trasladado a un centro de salud bajo custodia policial.

En total, se detuvo a seis personas involucradas en el secuestro, incluyendo una mujer que tenía una orden de arresto pendiente y cinco hombres, uno de los cuales era el líder de la organización delictiva. Además del rescate de la víctima, el allanamiento de la vivienda desveló un vehículo reportado como robado, sustancias sujetas a fiscalización y teléfonos celulares que eran utilizados para contactar a otras posibles víctimas.

La rápida y efectiva respuesta de la Policía de Quito logró poner fin a esta pesadilla y desmantelar una peligrosa banda criminal que se dedicaba al secuestro bajo engaños financieros. Las investigaciones continúan para llevar a todos los responsables ante la justicia y garantizar la seguridad de la comunidad.